El mandatario reelecto es acusado de haber cometido irregularidades en el financiamiento de su campaña, lo que incluso hace correr peligro su permanencia en el poder.
El Tribunal Supremo Electoral de Brasil (TSE) decidió este miércoles mantener vigente la fecha del 14 de diciembre para la proclamación de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente para un nuevo periodo de cuatro años, informó el organismo en un comunicado.
En una reunión plenaria el organismo también decidió, por 12 votos a favor y cinco en contra, postergar hasta el próximo día 12 la evaluación de las cuentas de la campaña electoral de Lula y del Comité Financiero Nacional del Partido de los Trabajadores (PT).
La proclamación de Lula, una ceremonia en la que es "acreditado" oficialmente como mandatario, previa a la investidura presidencial prevista para el 1 de enero, "se mantiene para el 14 de diciembre", según la nota.
La ley electoral brasileña establece que el TSE debe hacer pública su decisión de investigar las cuentas de los candidatos electos en una sesión plenaria que deberá tener lugar hasta ocho días antes de la proclamación.
"De esta forma los magistrados interpretaron que el plazo de ocho días previsto por la ley es un período máximo y no mínimo para la publicación de la decisión", indicó el comunicado.
Tras conocer y evaluar esas cuentas "la Justicia Electoral decidirá sobre su regularidad", precisó el organismo.
Ahora el PT tiene plazo para aclarar sus cuentas hasta la reunión del TSE que se celebrará el martes 12, dos días antes de la proclamación.
Las dudas sobre la proclamación e investidura de Lula fueron expresadas en la tarde del martes por el presidente del tribunal, Marco Aurelio Mello, después de conocerse supuestas irregularidades en la financiación de la campaña del presidente.
Lula fue reelegido en segunda vuelta el pasado 29 de octubre con poco más del 60 por ciento de los votos, pero el Tribunal Electoral rechazó las cuentas por diversas irregularidades, incluyendo donaciones por parte de empresas que tienen negocios con el Estado, lo que está expresamente prohibido por la ley brasileña.
Cuestionado al respecto por periodistas en Brasilia, Lula declinó hacer cualquier comentario con el argumento de que no estaba al tanto de las objeciones del tribunal.
El tesorero de la campaña para la reelección de Lula, José de Filipi, admitió que podía haber "errores" en la presentación de las cuentas y aseguró que todo será aclarado en un plazo más breve que el definido por la autoridad.
Según el tribunal electoral, en el caso de que el PT no aclare las cuentas, el informe será entregado al Ministerio Público, que a su vez debería solicitar al Tribunal Supremo que declare "inelegible" a Lula.
El comité de Lula declaró una recaudación de 93,4 millones de reales (unos 42,5 millones de dólares) para financiar la campaña, cantidad que no fue suficientes para cubrir unos gastos que llegaron a 103,3 millones de reales (unos 46,9 millones de dólares).
La deuda tuvo que ser asumida por el PT, que arrastra una crítica situación financiera, producto, en buena medida, de los escándalos de corrupción en que se ha visto envuelto. (EFE)
