El jefe de Estado brasileño indicó que el balotaje le dará una nueva opción de buscar la mayoría absoluta, y no enfrentar las dificultades que enfrentó el ex Presidente chileno.
El mandatario brasileño, Lula da Silva, declaró que siempre fue favorable a la figura de la segunda vuelta electoral, para evitar lo que sucedió en Chile con el Presidente Salvador Allende, quien fue electo con un tercio de los votos y su gobierno fue interrumpido en 1973 por un golpe de Estado.
"Siempre creí que, si alguien es elegido (presidente) con un tercio de los votos, tendrá dificultad para construir una hegemonía y gobernar", manifestó Lula tras una reunión con el candidato a gobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral.
Lula disputará una segunda vuelta electoral el próximo 29 de octubre, tras ganar los comicios del pasado domingo con el 48,6 por ciento de los votos, insuficiente para liquidar el pleito, contra el 41,4 por ciento del socialdemócrata Geraldo Alckmin.
Según Lula, su convicción respecto a la segunda vuelta se debe "a lo que sucedió en Chile con Salvador Allende", elegido presidente en 1970 con poco más del 30 por ciento de los votos y derrocado en un golpe de Estado dirigido por Augusto Pinochet tres años más tarde.
"En una segunda vuelta, la población puede dar mayoría" indicó Lula junto a Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), quien le ofreció su respaldo para la campaña hacia la segunda vuelta electoral.
El PMDB, considerado el mayor partido del país, se abstuvo de presentar candidato a la Presidencia y ahora se ha dividido en fracciones que apoyan a Lula o a Alckmin para el balotaje.
Este partido de centroderecha tendrá la segunda minoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, por lo que su apoyo será clave para quien gane las elecciones del 29 de octubre. (EFE)
