Lula y Alckmin cruzaron sutiles ataques en su último debate

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Autor: Cooperativa.cl

Los dos candidatos que lucharán este domingo por la presidencia de Brasil jugaron sus últimos cartuchos en el encuentro organizado por Globo la noche del pasado viernes.

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El presidente y candidato presidencial, Luiz Inácio Lula da Silva, y su competidor, Geraldo Alckmin, se descalificaron uno al otro con sutilezas en el último debate antes de la segunda vuelta electoral brasileña de este domingo.

 

El último encuentro cara a cara entre ambos candidatos fue en los estudios del canal Globo, el de mayor audiencia del país, al que Lula llegó como claro favorito en las encuestas, que le atribuyen una intención de voto cercana al 60 por ciento.

 

Ambos respondieron a 12 preguntas del público que encarnaron las dudas de 80 electores "indecisos" elegidos por el canal entre quienes así se manifestaron en las últimas encuestas del Instituto Ibope.

 

La única coincidencia entre ambos fue la vestimenta. Los dos se presentaron con sobrios trajes azules, camisas blancas y corbatas rojas.

 

Circularon libremente por el estudio, se acercaron a las personas que preguntaban y quedaron más de una vez frente a frente, mirándose a los ojos con firmeza y en plan de desafío, como suelen hacer los boxeadores antes de una pelea.

 

Las preguntas fueron sobre preocupaciones del ciudadano común, como educación, salud pública, transporte, saneamiento, jubilación, empleo y medio ambiente.

 

En cada respuesta, Lula intentó evocar su pobre cuna, recordó cuando caminaba cinco kilómetros para ir a su trabajo en una fábrica o cuando la casa se le inundó y el agua le llegó "hasta la nariz".

 

En todos los casos, defendió su gestión y atribuyó cada una de las deficiencias actuales al gobierno anterior, que presidió Fernando Henrique Cardoso, correligionario de Alckmin, entre 1995 y 2003.

 

En cada pinchazo verbal contra Alckmin, Lula aludió siempre al "gobierno de ustedes", en un intento por igualarlo a Cardoso, de cuya gestión no guardan buenos recuerdos muchos brasileños.

 

Alckmin, a la defensiva, llegó a decir que "nunca" ha sido presidente, mientras que Lula "no ha cambiado en cuatro años nada de lo que critica".

 

El socialdemócrata pasó a la ofensiva y llegó a irritar a Lula cuando un joven identificado como César Pereira preguntó cómo combatir la corrupción, un asunto que persigue al actual gobierno desde mediados del año pasado.

 

Alckmin afirmó que "ningún país avanza sin erradicar la corrupción" y en una crítica indirecta dijo que "el Gobierno debe dar ejemplo: no puede mentir no puede robar ni puede dejar robar".

 

Además, dijo que "el pueblo está indignado con lo que pasó en los últimos años y sigue pasando" y aseguró que "el dinero de la corrupción es el que falta en las escuelas y en la salud".

 

Fue la única vez que Lula se alteró, pues recomendó leer "la página 344" de un libro de un ex procurador general de la República, en el que dijo que se afirma que la corrupción "jamás" fue combatida como en su administración.

 

Luego, volvió a achacar los males del país a gobiernos anteriores y dijo que la corrupción "era un tumor enquistado", que apareció cuando se comenzó a investigar.

 

Se acercó entonces a Alckmin, lo miro a los ojos y dijo: "Tú sabes cuando recuestas la cabeza en la almohada que nunca se investigó como ahora".

 

El opositor replicó y sostuvo que "no es verdad, porque no investigaron nada".

 

Según Alckmin "todos los escándalos comenzaron en el Palacio (presidencial) y el presidente dice que no sabía lo que pasaba en la oficina vecina a la suya". (EFE)

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