El presidente brasileño evaluó "el desarrollo de políticas sociales" como la obra más importante de su gestión.
A pocos días de terminar su mandato, el 83 por ciento de los ciudadanos lo valora positivamente.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, atribuyó a una gestión que combinó "el desarrollo con las políticas sociales" la altísima popularidad -superior al 80 por ciento- con la que concluirá su mandato el próximo 1 de enero, dando paso a Dilma Rousseff.
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| El 1 de enero Lula cederá la presidencia a su "delfín", Dilma Rousseff. (Foto: EFE) |
En opinión del presidente, parte importante de la buena valoración que los brasileños tienen de su Gobierno se debe a la "generación de empleos".
En sus ocho años de Gobierno, Lula dice haber creado 14 millones de puestos de trabajo, que hacen que hoy el país esté atravesando una fase de "casi pleno empleo".
Popularidad en cifras
Según una encuesta elaborada por el instituto Datafolha y publicada por el mismo diario, el Gobierno encabezado por el líder del Partido de los Trabajadores (PT) es "bueno" o "muy bueno" para el 83 por ciento de los brasileños.
Un 13 por ciento califica al Ejecutivo de Lula como regular y sólo un 4 por ciento lo considera malo o muy malo.
De acuerdo con la encuesta -que se realizó a partir de entrevistas a 11.281 personas de todo el país-, el 19 por ciento de los brasileños considera que las políticas para combatir la pobreza y el hambre fueron el área mejor desarrollada por el Gobierno, seguida de la economía, que fue destacada por el 13 por ciento de los encuestados.
El área que tuvo peor desempeño fue la salud para un 23 por ciento de los entrevistados, seguida de la seguridad y la violencia, destacada por el 19 por ciento de los encuestados. Mientras, la corrupción fue la mancha más negra para un 6 por ciento de los brasileños, aunque en defensa de su transparencia el presidente aseguró que una "gran parte de las denuncias contra el Gobierno la hizo el propio Gobierno".
