El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó en una conferencia en la universidad London School of Economics (LSE) que una paz duradera en su país implica combatir la pobreza, además de acabar con las guerrillas.
"La paz no es solo el silencio de las armas, la ausencia de guerra. Una paz estable, justa y duradera, consolidada, es aquella que llevará el bienestar a las áreas más remotas del país, donde el Estado no ha estado debidamente representado", afirmó Santos durante su segunda jornada de visita de Estado al Reino Unido.
Tras reunirse esta mañana con la primera ministra, Theresa May, el mandatario latinoamericano analizó ante estudiantes y académicos de la LSE las perspectivas económicas y sociales que afrontará Colombia con la paz, tras más de medio siglo de conflicto.
Santos, galardonado en octubre con el premio Nobel de Paz, espera cerrar lo antes posible un nuevo acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), después de que a principios de octubre los colombianos rechazaron en referéndum por un estrecho margen el pacto al que habían llegado el gobierno y la guerrilla.
El gobierno de Colombia mantiene abierta también una vía de diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En vista del escenario que se abrirá con la paz, el presidente colombiano subrayó la necesidad de mantener las capacidades del Ejército del país para llenar el hueco que dejarán las guerrillas en áreas desfavorecidas, donde "la vida va a mejorar", afirmó.
"Una paz satisfactoria tiene que cumplir con las necesidades de los pobres y ayudar a cerrar las diferencias en los estándares de quienes viven en las ciudades y los que viven en el campo", dijo Santos, el primer presidente colombiano en visita de Estado al Reino Unido.
El gobierno colombiano ha tomado como ejemplo en su proceso de paz interno otros escenarios similares, como el de Irlanda del Norte, que ha logrado acelerar su prosperidad gracias al fin de la violencia, afirmó Santos.
El jefe de Estado calcula que Colombia podría pasar de un crecimiento anual de en torno al 4 por ciento a uno del 6 por ciento cuando se ponga fin al conflicto armado. Los recursos para sostener ese avance saldrán de la recogida de impuestos, el control del gasto público innecesario, las inversiones que fomenten la productividad y la diversificación de la economía, indicó.
