La Habana sostuvo que su ingreso al nuevo organismo internacional es una clara victoria de su diplomacia al recibir 135 de los 192 miembros de Naciones Unidas.
Cuba recibió este martes como una "rotunda victoria" su elección para integrar el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas, que sustituirá a la Comisión de Ginebra, y al tiempo arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, consideró la elección de Cuba como "la más importante victoria de la política exterior de la isla", según la agencia oficial Prensa Latina.
Pérez Roque apuntó que la elección es "un reconocimiento a su permanente labor en la defensa de los derechos humanos y un verdadero espaldarazo a la revolución cubana", añadió la misma fuente.
La candidatura cubana recibió el apoyo de 135 de los 191 países miembros de la ONU, para ocupar uno de los ocho asientos reservados al grupo de América Latina y el Caribe, junto con Argentina, Brasil, Ecuador, Guatemala, México, Perú y Uruguay.
Una declaración del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores afirmó que Estados Unidos "fracasó en su objetivo de impedir que Cuba ocupara un escaño en el más importante órgano especializado en materia de derechos humanos del sistema de las Naciones Unidas".
"Quedó corroborado una vez más el creciente apoyo internacional a Cuba, tanto en su denuncia y resistencia frente a las pretensiones de dominación imperial de la superpotencia, como en la lucha que cada día libra junto a los países de Africa, Asia, América Latina y el Caribe", señala el texto divulgado en La Habana.
La cancillería subrayó que fueron los países del sur en su mayoría los que apoyaron la candidatura cubana.
Además, consideró que la elección de la isla confirma "el rechazo de la comunidad internacional a la pretensión del Imperio (EE.UU.) de negar al pueblo cubano el disfrute de su legítimo derecho a la independencia y la autodeterminación".
La elección de Cuba "corrobora, además, el descrédito generalizado del ejercicio anti-cubano que promovió Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos en las últimas dos décadas", agregó.
"La derrota del Imperio ha sido por partida doble", sostuvo la Cancillería, porque a la elección de Cuba se suma el hecho de que el gobierno estadounidense no tendrá un representante entre los 47 miembros del nuevo Consejo de la ONU.
El voto contrario estadounidense "sólo encuentra explicación en la demencial arrogancia imperial que caracteriza la conducta internacional de la actual administración republicana", insistió.
El Ministerio cubano denunció que tanto dentro como fuera del país, el gobierno de EE.UU. ejerció "diversas formas de presión contra la legítima aspiración de Cuba" con "la subordinación y el apoyo cómplice de muchos en la Unión Europea y la inmensa mayoría del resto de los países industrializados".
Según la cancillería cubana, la mayoría de los estados de la UE "cerraron filas" al intentar bloquear el ingreso en el Consejo de los países identificados en la lista "negra" preparada por el Departamento de Estado de EEUU, en la que aparece Cuba.
La declaración criticó particularmente a la República Checa y calificó su conducta de "humillante" y a sus autoridades de "marionetas asalariadas" de EE.UU. y de la "mafia terrorista anti-cubana" de Miami (Florida).
También llamó "lacayos" a algunos gobiernos de América Latina que "respondieron solícitos" a la exigencia de los funcionarios del Departamento de Estado de negar el apoyo a la candidatura de Cuba.
Además, Cuba advirtió de que el Consejo "será más de lo mismo", si EE.UU. y sus aliados persisten en "manipular" ese nuevo órgano "en función de sus intereses de dominación". (EFE)
