Etchegaray, que tiene previsto reunirse este jueves con el primer ministro israelí, Ariel Sharón, y en la noche con el presidente palestino, Yasser Arafat, para resolver la "crisis de la Natividad", que cumple treinta días, comenzó sus reuniones en la residencia jerosolimitana del presidente israelí, Moshé Katzav.
Bombardeo contra la Natividad
En el momento en que el Ejército israelí se retiraba de Ramala, las tropas que rodean el santuario cristiano de la Basílica de la Natividad lanzaron un bombardeo sin precedentes contra la plaza del Pesebre donde se erige y contra el interior del templo, aseguró el padre Vítores.
El superior del convento franciscano de San Salvador de Jerusalén explicó que "los frailes nos dijeron anoche que no podían moverse por los bombardeos y ahora no cogen el teléfono, no sabemos lo que pasa. Esta situación es terrible y la llamada comunidad internacional no hace nada, de nada".
Refirió que "sabemos que el convento de los griegos resultó muy dañado y hoy es el día de Jueves Santo, para los ortodoxos. Es una vergüenza para todo el mundo cristiano que nadie pueda acercarse a la Basílica para orar".
También fue alcanzada por los proyectiles la "Casa Nova" franciscana o albergue para los peregrinos al final de la Plaza del Pesebre, donde los artefactos alcanzaron los pisos tercero y cuarto, dijo.
Un herido
Al menos, una persona está herida de las alrededor de 200 que permanecen asediadas por el Ejército de Israel desde el pasado 2 de abril.
Los 19 frailes franciscanos no quieren salir del santuario, al igual que las cuatro monjas y dos monjes griegos y otros dos armenios, "porque es lo que quiere Israel, que nos vayamos, para entrar y detener a la gente", relató el padre Vítores.
"Esta es nuestra casa y no nos vamos, así lo decidieron los frailes en una asamblea celebrada dentro de la Basílica", indicó el padre Vítores, quien añadió que "tampoco nos vamos por una cuestión de derechos humanos que los israelíes vulneran como en tiempos que es mejor no mencionar".
El superior franciscano comerá hoy con el enviado del Vaticano, Roger Etchegaray, quien junto a ministros de Grecia y Turquía desplazados a la zona "son los únicos que están haciendo algo para solucionar esta barbaridad.
"De Europa -dijo- y, concretamente de España, presidente de turno de la UE, no sabemos nada, ni una llamada, ni interesarse, ni nada. Un silencio vergonzoso."
Minutos después de ser liberado, el presidente palestino, Yasser Arafat, atendió a los periodistas en su oficina en Ramala y habló con furia contra el asedio de la Basílica de Belén, poco después de que se retirara el Ejército israelí de la Mukata o complejo presidencial.
"¿Por qué están aquí?. Id a Belén y contad el crimen que está viendo el mundo en directo con el silencio de la comunidad internacional", espetó a los periodistas que entraron en sus oficinas una vez que las tropas israelíes se marcharon.(EFE)
