Aunque no citó el desastre del huracán "Katrina", el presidente de Estados Unidos citó que en esta ocasión el gobierno federal reaccionó y se brindó ayuda para acabar con los siniestros.
El presidente de Estados Unidos, George W Bush, se mostró este sábado satisfecho por la respuesta que dieron las autoridades locales y estatales a la cadena de incendios que ha asolado el sur de California, y que considera fue "rápida y eficaz".
En su habitual discurso radiofónico de los sábados, el presidente analizó la situación de emergencia que crearon los incendios que esta semana han arrasado 200.000 hectáreas entre Los Ángeles y la frontera con México, y que todavía continúan activos en muchos focos.
Sin referirse a la catástrofe del huracán Katrina, en la que se criticó duramente la lentitud con la que respondió la administración, Bush dijo que en esta ocasión "las autoridades locales y estatales de California estaban bien preparadas".
"Respondieron rápida y eficazmente", dijo Bush, quien el jueves viajó a la costa oeste para conocer in situ la gravedad de la situación.
EL presidente recordó que las autoridades fueron diligentes al movilizar a los vecinos que corrían peligro por la cercanía de las llamas y al montar docenas de refugios para acogerles.
También fueron eficientes al solicitar la ayuda del gobierno federal, en Washington, dijo Bush.
"Poco después de que los incendios estallaron, comenzamos a movilizar y proporcionar asistencia, incluyendo el despliegue de bomberos federales y aviones que echan líquidos retardantes sobre los incendios", apuntó Bush respecto de la colaboración brindada por el gobierno federal.
Ante la insuficiencia de medios para combatir los incendios, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, pidió más ayuda federal, lo que llevó al presidente a declarar la situación de emergencia.
Adicionalmente, Bush recordó que a lo largo de la semana aprobó otros planes para facilitar ayudas financieras a los damnificados, especialmente para reconstruir sus viviendas, recuperar negocios y cubrir pérdidas no cubiertas por los seguros. (EFE)
