Así lo confidenció en una conversación informal que fue captada por los micrófonos de CNN.
La primera dama, Michelle Obama, es pública promotora de los estilos de vida saludable.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lleva seis años sin fumar. Al menos eso le dijo a un funcionario durante una charla informal, a quien le confesó que dejó el vicio debido al "miedo" que le da su esposa, Michelle.
El mandatario fue víctima de los micrófonos abiertos durante una conversación con un funcionario de Naciones Unidas a quien le preguntó si había logrado dejar de fumar.
El interlocutor reconoció no haber abandonado la adicción por completo, a lo que Obama respondió que él llevaba "probablemente" seis años sin probar un cigarro.
"Eso es porque le tengo miedo a mi esposa", confidenció sonriente Obama, en un registro que fue difundido por la cadena CNN.
El gobernante ha reconocido públicamente en los últimos años estar luchando para dejar de consumir tabaco, mientras su esposa, Michelle, es pública promotora de los estilos de vida saludable en su rol de primera dama.
Según su primer chequeo médico como inquilino de la Casa Blanca, en febrero de 2010, Obama entonces aún consumía tabaco. Había prometido años antes abandonar el vicio y en plena campaña electoral, en 2008, se lo veía a menudo mascando chicles de nicotina, que frenan la ansiedad por el cigarrillo.
Tras su llegada a la presidencia admitió que aún fumaba de vez en cuando, pero ya en 2011 los médicos corroboraron que llevaba una vida libre de humo.
