Johnny Ray Conner, condenado por matar a tiros a la dueña de una tienda en Houston, se convirtió en el ejecutado número 21 en el estado en lo que va de 2007.
Texas, que se encuentra a la cabeza en sentencias de pena de muerte en Estados Unidos, ejecutó este jueves al reo número 400 desde la reinstauración del castigo en ese estado en 1982, informaron las autoridades locales.
Johnny Ray Conner, de 32 años, fue condenado por matar a tiros a la dueña de una tienda en Houston en 1998, y es el ejecutado número 21 en lo que va de año en Texas.
Conner, ultimado con una inyección letal, pasó casi ocho años en el pasillo de la muerte.
Texas volvió a establecer la pena de muerte después de que el Tribunal Supremo estadounidense eliminase la moratoria que existía sobre el castigo en 1976.
Desde esa fecha, 1.092 personas han sido ejecutadas en EE.UU., según las cifras del Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
La ejecución de Conner, en la localidad de Huntsville, al norte de Houston, ha atraído fuertes críticas de los opositores a la pena de muerte, quienes sostienen que la práctica es inhumana y no sirve para disminuir el crimen.
La Unión Europea (UE), contraria a la pena capital, instó al gobernador de Texas, Rick Perry, a detener todas las ejecuciones y a declarar una moratoria sobre el castigo.
Un portavoz de la gobernación de Texas respondió en un comunicado que "los texanos decidieron hace tiempo que la pena de muerte es simplemente un castigo adecuado para los crímenes más horribles cometidos contra nuestros ciudadanos".
Según los fiscales, Conner, natural de Louisiana, cometió un robo con una pistola en mayo de 1998.
A continuación, el ejecutado disparó dos tiros contra un cliente que entró en la tienda, para posteriormente matar a tiros a Kathyanna Nguyen, la propietaria de la tienda, una mujer de 49 años. (EFE)
