El mandatario norteamericano está empeñado en una campaña para mostrar los avances de su política en el país árabe y así contener su caída en las encuestas de popularidad.
El presidente de Estados Unidos, George W, Bush, pronunciará este lunes un discurso en el que defenderá su estrategia en Irak y comparará la situación en el país árabe con la que afrontaron los fundadores de EE.UU. hace dos siglos.
En un discurso en Filadelfia, el lugar donde se redactó la Constitución estadounidense, el mandatario hará hincapié en los avances políticos logrados en Irak desde el derrocamiento de Sadam Husein, en abril de 2003.
El discurso, que tiene lugar tres días antes de las elecciones generales en Irak, alegará que los comicios demuestran el interés de los iraquíes por gobernarse a sí mismos, como hicieron los participantes en la convención constitucional de Filadelfia en 1787.
La alocución de Bush es la tercera en una serie para defender lo que ha definido como su "estrategia para la victoria" en la guerra en Irak, y que concluirá el miércoles con un último discurso en Washington.
Los dos anteriores se centraron en una visión general sobre la situación en Irak, en la que el presidente expuso su "estrategia para la victoria", y en la marcha de la economía en el país árabe.
Bush comenzó su campaña para defender su estrategia en la guerra en Irak ante un descenso su popularidad entre los estadounidenses, que ha llevado al legislador demócrata John Murtha a pedir la retirada de las tropas estadounidenses del país árabe.
La campaña parece dar resultados y las últimas encuestas indican una recuperación de la popularidad del presidente, que tras encontrarse entre el 35 y el 37 por ciento -el nivel más bajo de su mandato- vuelve a subir por encima del 40 por ciento.
Los iraquíes acuden a votar el jueves en unas elecciones generales que serán las primeras desde que se aprobó la Constitución en un referéndum el 15 de octubre y que completarán el proceso de democratización iniciado en el país tras la caída de Sadam Husein.
La participación, en particular de la otrora todopoderosa minoría sunita, será crucial para determinar el éxito de los comicios.
Según declaró este domingo el embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Khalilzad, Washington espera una importante participación sunita, que podría lograr entre 40 y 55 escaños en el nuevo Parlamento. (EFE)
