Su última mejor puntuación la alcanzó el gobernante antes de las elecciones legislativas de 2006, cuando obtuvo el 42 por ciento de aprobación entre los estadounidenses.
La popularidad del presidente de EE.UU., George W. Bush, sigue deteriorándose conforme se acerca el fin de su mandato y ya sólo el 32 por ciento de los estadounidenses apoya su gestión, según un sondeo publicado este miércoles.
La encuesta de Zogby International, elaborada a partir de entrevistas telefónicas a 1.020 adultos de todo el país del 9 al 11 de agosto pasados, muestra que Bush pierde apoyo entre los ciudadanos, aunque se mantiene todavía por encima de su mínimo.
El mandatario estadounidense únicamente perdió dos puntos porcentuales desde la última encuesta realizada a mediados de julio, cuando obtuvo el apoyo del 34 por ciento de los entrevistados, la misma puntuación lograda exactamente hace un año.
La popularidad de Bush ha permanecido en lo que va de año en niveles que rondan el 30 por ciento.
Su última mejor puntuación la alcanzó una semana antes de las elecciones legislativas de 2006, cuando el 42 por ciento de los encuestados aprobó su gestión al frente del Gobierno.
Aquellas elecciones pusieron fin a doce años de hegemonía casi ininterrumpida del Partido Republicano en ambas cámaras del Congreso.
En este contexto, la encuesta destaca que el actual Congreso, controlado por los demócratas, recibe una puntuación todavía peor que el presidente, pues únicamente el 15 por ciento de las personas consultadas aprueba la labor que realizan los congresistas.
En cuanto a la distribución del porcentaje de encuestados que considera que Bush está haciendo un buen trabajo, el 58 por ciento procede de republicanos, el 29 por ciento de independientes y el 11 por ciento de demócratas.
Por su parte, el Congreso recibe el 18 por ciento de los votos a favor de su gestión de los demócratas, el 12 por ciento de los republicanos y el 16 por ciento de los independientes.
En línea con las puntuaciones tan bajas que reciben Gobierno y Congreso, una holgada mayoría de las personas encuestadas opina que el país no va en la dirección adecuada.
De hecho, el 64 por ciento afirma que en EE.UU. las cosas van mal, frente al 24 por ciento que cree lo contrario.
A juicio de los estadounidenses entrevistados, el mayor problema es la política exterior. Así, únicamente el 22 por ciento aprueba la estrategia seguida por la administración Bush en este ámbito.
Otro aspecto importante para los encuestados es la seguridad, el 77 por ciento cree que EE.UU. afronta amenazas del exterior, y tan sólo el 21 por ciento afirma que no le preocupa este tema.
En lo que se refiere a la economía, el 35 por ciento de los encuestados cree que la política económica es positiva pero, al mismo tiempo, el 60 por ciento dice que su situación personal es buena o excelente.
Asimismo, el 65 por ciento de los encuestados señalan que se siente seguro en su trabajo y el 64 por ciento asevera que sus hijos tendrán una vida mejor que ellos, lo que indica que ven con optimismo el futuro del país.
La encuesta revela además que un nada desdeñable 89 por ciento afirma que se siente mucho o bastante orgulloso de su país. (EFE)
