La asociación estadounidense Minuteman inició este sábado el levantamiento de una valla que pretenden se extienda por 49 kilómetros en un terreno particular de la zona de Palominas, Arizona.
Primero comenzaron a patrullar la frontera con México porque creen que el Gobierno de Estados Unidos no cumple adecuadamente con su labor y desde este sábado los miembros del grupo contra los inmigrantes Minuteman también iniciaron la construcción de una verja en una zona del desierto de Arizona.
El asociación aprovechó el fin de semana festivo en EE.UU. en conmemoración de los caídos en guerras para comenzar la construcción de la valla para combatir la entrada de inmigrantes clandestinos, que la asociación ve como una "invasión".
En su sitio web informaron que pretenden construir la verja en unos 49 kilómetros de frontera que está dentro del territorio de un ranchero que les apoya en Palominas (Arizona).
La asociación dice contar con 225.000 dólares (más de 118 millones de pesos) en donaciones para el proyecto, pero pretende recaudar 10 millones de dólares (5.250 millones de pesos) para concluirlo. Añadió que 1021 personas se inscribieron para participar en él.
La valla consistirá de alambre de púas y, en algunos lugares, de barreras de acero.
Para este sábado su objetivo es tan sólo poner la verja en 200 metros, pues tienen previsto pasar la mayor parte del día promoviendo sus ideas en un acto en el rancho.
Elevar barreras en la frontera es una idea que también es popular en el Congreso de Estados Unidos.
La construcción de un muro en parte de la línea divisoria con México es una de las pocas cláusulas similares en los proyectos de ley de reforma migratoria aprobados por el Senado esta semana y por la Cámara de Representantes en diciembre último.
Los dos proyectos de ley deben ser armonizados y votados en los plenos de las respectivas cámaras legislativas para que la ley entre en vigor.
El muro previsto por los legisladores es más sofisticado que la simple verja de espino de los Minuteman y contaría con detectores de movimiento e iluminación nocturna.
La diferencia entre los proyectos de las dos cámaras es su extensión.
La Cámara Baja quiere que cubra 1.100 kilómetros de los más de 3.000 que tiene la frontera común, mientras que el Senado sólo aprobó uno de unos 600 kilómetros.
Mientras se espera el futuro de estas disposiciones, la asociación Minuteman tomó la idea en sus propias manos, con el inicio de la construcción este sábado.
Lo mismo hizo en abril del año pasado, cuando el grupo emprendió por su cuenta y riesgo una operación de vigilancia en la frontera, en la que participaron más de 1.000 voluntarios civiles, muchos de ellos armados. (EFE)
