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Congreso español aprobó elevar a 67 años la edad de jubilación

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Autor: Cooperativa.cl

La medida entrará en vigor en 2013 y obligará a tener al menos 37 años de cotización para acceder al retiro.

La izquierda acusó una "traición" a las bases sociales" y una "sumisión al poder financiero".

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El Congreso de los Diputados español (Cámara Baja del Parlamento) aprobó este jueves en forma definitiva la reforma de las pensiones que eleva gradualmente la edad jubilación hasta los 67 años, una de las decisiones más polémicas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

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La medida impulsada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero busca enfrentar la crisis económica. (Foto: EFE)

La reforma de "actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social" se aprobó con la inclusión de 40 enmiendas introducidas en el Senado y entrará en vigor en 2013.

En concreto, la medida establece que para jubilarse a los 67 años los trabajadores españoles tendrán que haber cotizado al menos 37 años, y podrán retirarse a los 65 si han cotizado 38 años y seis meses. Además, eleva de forma progresiva los años que se tendrán en cuenta para calcular la cuantía de la pensión, que pasan de los 15 actuales a 25.

La nueva reforma -la sexta del sistema de pensiones y octava de la Seguridad Social- contempla que para poder acceder a la jubilación anticipada a partir de los 63 años será preciso contar con 33 años cotizados, aunque para situaciones de crisis la edad se rebaja a los 61, mientras que se mantienen los años de cotización.

La reforma de las pensiones llega después que en 2010 el Gobierno español tuviese que aplicar un plan de reducción del déficit público para contener la grave crisis económica que vive España y que ha supuesto recortes sociales como la congelación de las pensiones y la baja de los salarios de los funcionarios públicos.

Esta medida era rechazada por las fuerzas políticas a la izquierda del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que la calificaron como una "traición" a las bases sociales" y una "sumisión al poder financiero", según dijo el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara.

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