La emisora, propiedad de los obispos españoles y que hizo una "pitanza" a Evo Morales, es acusada de ser instrumento de la derecha española.
Antes de que los humoristas del Grupo Risa gastaran la broma a Evo Morales, la cadena española COPE ya tenía antecedentes polémicos respecto a sus contenidos a tal punto que el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) le abrió un expediente.
Según el organismo catalán, la denominada Cadena de Ondas Populares de España "ha vulnerado los límites constitucionales de la libertad de expresión e información" al emitir contenidos "orientados al insulto y la vejación", y que buscan crear "animadversión" hacia representantes democráticos catalanes.
El CAC hizo estas consideraciones en un informe elaborado tras varias denuncias ciudadanas contra dos programas de la citada emisora. Para ello cita frases recurrentes en sus emisiones como que "en Cataluña se está amenazando de muerte a quien critica la política de la Generalitat (gobierno catalán), y al (presidente autonómico Pasqual) Maragall eso no le preocupa lo más mínimo".
Además, según el documento de 68 páginas la radio también acusó al partido independentista catalán Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) de estar "compuesta por terroristas sin arrepentir y éstos a su vez tienen un entorno, criminal, del que siempre se han nutrido".
Eso llevó a un grupo de militantes de ERC se encadenaran, el pasado 30 de noviembre, frente a las oficinas de la emisora para pedir su cierre. "La COPE es un instrumento más de la derecha neofranquista para eliminar el derecho de Catalunya y su parlamento de decidir su propio futuro", señaló en esa ocasión un documento de la colectividad política.
Incluso, el ex presidente del gobierno autónomo catalán, Jordi Pujol, un católico practicante, dijo que los programas de la emisora "producen urticaria" y que él prefería no escucharlos para tener un buen día.
Además, los micrófonos de la cadena, nacida en la década de los años 60, en plena época del franquismo, han servido para el rechazo de la Iglesia española a diversas políticas del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como la reforma a la ley de la educación o la ley que permite el matrimonio a las parejas homosexuales.
Según los datos de la última oleada del Estudio General de Medios, la Cadena COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal Española, es la segunda emisora de radio más escuchada en la península, detrás de la cadena SER, ligada al grupo Prisa, el mismo que edita el prestigioso diario El País.
El cuestionamiento a la emisora llevó al Partido Popular, de centroderecha, a presentar 500.000 firmas de apoyo ante lo que calificó como ataques por parte del gobierno catalán.
Sin embargo, el conflicto entre las autoridades y los responsables de la cadena aún no tiene solución, y tal vez se profundicen a raíz del episodio Evo Morales. (Cooperativa.cl)
