Las autoridades austríacas desbarataron una organización que, bajo engaño o por necesidad, alistaba como "damas de compañía" a hermosas mujeres, entre ellas algunas latinas.
La policía austríaca, en cooperación con autoridades checas y francesas, puso fin a una red de trata de blancas y detuvo a una mujer de 44 años que reclutaba como prostitutas a modelos y aspirantes de concursos de belleza en diversos países, como Venezuela, Líbano o Estados Unidos.
Según informó la televisión pública ORF, se sospecha que la detenida, que con anterioridad se había dedicado a la organización de concursos de belleza, "tramitó" a unas 150 víctimas a clientes en diferentes países.
Al menos dos de esas víctimas eran venezolanas ganadoras de concursos de bellezas, confirmó el general Gerald Hesztera, quien rehusó facilitar la identidad de las mismas.
Ambas latinoamericanas fueron seducidas a viajar a París con la oferta de ser fotografiadas por una agencia de modelos, pero una vez en la capital francesa fueron obligadas a prostituirse mediante violencia física y bajo amenazas.
Según Hesztera, en la operación policial que se inició en marzo pasado con las primeras pesquisas y escuchas telefónicas, participaron agentes de Austria, Francia y la República Checa.
El 16 de agosto se detuvieron a varias decenas de personas en diversos departamentos de lujo, hoteles y yates en Nizza y Cannes (Francia), mientras que el 15 de noviembre se arrestó a la principal sospechosa en la localidad de Waidhofen an der Thaya (Baja Austria), acusada de ser el cerebro y jefa de la red.
El mismo día, la policía checa detuvo también a una supuesta cómplice en Praga. Hasta su detención, ella actuaba oficialmente como poseedora de una licencia para organizar la elección de concursos de belleza en todo el mundo, y accedió así a organizaciones del sector en Estados Unidos, Alemania, Francia, la República Checa, Venezuela, Eslovaquia y Líbano.
De esa forma logró crear una red internacional para reclutar y tramitar a las jóvenes, en su mayoría provenientes de países del este europeo y de edades entre 20 y 25 años, a clientes de dinero y muchas veces personalidades destacadas en países de la Unión Europea, Oriente Medio y en Estados Unidos.
Según la Oficina Federal contra el Crimen de Austria, el precio llegaba hasta los 10.000 euros al día por el servicio de una prostituta, generalmente una joven engañada, ya sea porque la detenida había abusado de su ingenuidad o de su difícil situación económica. (EFE)
