Los actos de violencia ya llevan una semana y han sido motivados por la muerte de un joven de origen marroquí a manos de la policía holandesa.
Varios jóvenes protagonizaron nuevos disturbios en el barrio inmigrante de Amsterdam-Oeste, donde desde hace una semana y con excepción de la noche del pasado domingo se repiten actos vandálicos, en los que algunos coches fueron quemados, informaron este martes fuentes policiales.
Un vehículo ardió durante la última noche y las llamas alcanzaron a otros dos contiguos, al tiempo que la policía logró evitar que otro más se quemara, según la agencia holandesa ANP.
El clima de tensión en ese barrio de la capital holandesa empezó hace poco más de una semana, cuando un policía disparó a un joven de 22 años de origen marroquí, causándole la muerte.
El joven, que sufría esquizofrenia y presuntamente mantenía contactos con islamistas radicales, había agredido antes a dos policías en la comisaría de la calle Slotervaart, cuyo inmueble es desde entonces objeto de actos vandálicos.
La mayor parte de la población musulmana en Holanda, cerca de un millón sobre un total de dieciséis millones de personas, se concentra en la grandes ciudades, en especial en Amsterdam y Rotterdam. (EFE)
