Ante la "insostenible situación" a la que había llegado el Gobierno del primer ministro Pedro Santana Lopes, el jefe de Estado decidió que corresponde al pueblo elegir una nueva mayoría.
Los portugueses deberán acudir a las urnas el próximo 20 de febrero para elegir una nueva mayoría de Gobierno, luego que este viernes el presidente Jorge Sampaio hiciera oficial la disolución del Parlamento y el adelantamiento de los comicios, por entender que "es lo mejor para la nación".
En una declaración desde el Palacio de Belém, sede de la Presidencia de la República, Sampaio justificó las razones que le movieron a ejercer sus poderes constitucionales, a la vista de "la sucesión de episodios que ensombrecieron decisivamente la credibilidad del Gobierno y su capacidad de hacer frente a la crisis que vive la nación".
Sampaio inició los procedimientos para disolver el Parlamento citando una pérdida de confianza en el Gobierno de Pedro Santana Lopes, que lleva en ejercicio sólo cuatro meses.
La nueva Administración ha sido acusada de intervención de medios y falta de coordinación entre los ministerios. Los problemas se sintetizan en la renuncia de un secretario de Estado y en la caída en las encuestas de opinión.
El líder del Partido Social Demócrata, de centroderecha, sucedió a Jose Manuel Durao Barroso, quien renunció en julio de 2004 para convertirse en presidente de la Comisión Europea.
En su alocución de este viernes Sampaio aludió a la "insostenible situación a la que se había llegado", durante los cuatro meses de Gobierno de Santana Lopes, que causó "su desprestigio".
"Me refiero a los sucesivos incidentes y declaraciones, contradicciones y descoordinaciones que contribuyeron al desprestigio del Gobierno, de sus miembros y de las instituciones en general", dijo el presidente.
El jefe de Estado luso estimó innecesario enumerar esos acontecimientos, "porque son de sobra conocidos de todos", y además consideró que la actual mayoría ya no tenía capacidad de regeneración y que, por tanto, corresponde ahora al pueblo elegir una nueva.
El presidente afirmó que tomó la decisión "en coherencia con mis posiciones de siempre" y a la vista de "mi evaluación del interés nacional", ante la "inconsistencia" e "inestabilidad" del propio Gobierno.
En tales circunstancias, añadió, "entendí también que se había agotado la capacidad de la mayoría parlamentaria de generar nuevos gobiernos" y que mantener la situación "sería más grave para Portugal", lo que a su juicio era "una preocupación generalizada".
"Tras las elecciones, que además tienen la ventaja de ampliar cuatro años el horizonte del Gobierno que de ellas salga, espero que sea posible encarar con mayor determinación el grave problema presupuestario que la nación debe resolver", dijo Jorge Sampaio.
Es hora, añadió, de que "los partidos políticos presenten a los portugueses sus propuestas y programas" y confió que sea "un tiempo de debate, de confrontación de ideas y de elevación y exigencia democrática".
Llamó a los partidos a "la serenidad y la tolerancia" y a crear un clima propicio a "una elección ponderada, libre y consciente de los electores" y a los ciudadanos les pidió que "participen activamente en la campaña y en el próximo acto electoral".
Los dos mayores partidos portugueses recibieron de modo distinto la decisión: el Social Demócrata (PSD), del primer ministro, con disgusto, aunque anunció que "ganaremos las elecciones", y el Socialista (PS) con satisfacción.
El conservador Partido Popular (CDS-PP), socio del PSD en el Gobierno, también discrepó de la decisión del presidente, y le hizo responsable de la eventual interrupción del proceso de recuperación económica. (EFE)
