El proyectil habría sido dirigido a un puesto de control de las fuerzas ucranianas.
Los prorusos negaron su implicación en el hecho.
Las fuerzas de Kiev y separatistas acusan violaciones de la tregua.
Al menos diez personas murieron este martes y otras trece resultaron heridas al impactar un proyectil de artillería en un autobús que circulaba en las proximidades del puesto de control ucraniano de Volnovaja, ubicado en la rebelde región de Donetsk (este de Ucrania), según informó la jefa del prensa del Gobierno regional, Elena Maliútina.
De acuerdo al jefe de la policía regional de Donetsk, Viacheslav Abroskin, el ataque fue perpetrado por los separatistas prorrusos y se dirigía contra el puesto de control de las fuerzas ucranianas controlada por los rebeldes.
Sobre las 14.30 hora local (12.30 GMT), "se lanzó un ataque con artillería contra un puesto de control de las fuerzas del orden ucranianas en la zona de Volnovaja", explicó Abroskin al diario local "Ukraínskaya Pravda".
"Un impacto directo en un autobús de pasajeros de líneas regulares. En estos momentos, hay diez muertos y trece heridos", precisó.
Un grupo de expertos del Ministerio de Interior de Ucrania trabaja en el lugar de los hechos.
Los separatistas negaron su implicación en el ataque y aseguraron que "el puesto ucraniano de Volnovaja se encuentra en una zona fuera del alcance" la artillería de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
"No habríamos podido dispararle", dijo a la agencia rusa Interfax un portavoz del mando militar de los prorrusos.
Las fuerzas de Kiev y los separatistas se lanzaron este martes de nuevo acusaciones de violar la tregua acordada el pasado 9 de diciembre con la mediación de la OSCE.
Los rebeldes señalaron que "en las últimas 24 horas se registraron 66 violaciones de la tregua" por parte de las tropas, mientras que Kiev denunció 84 violaciones por las milicias prorrusas.
Casi 5.000 personas, entre civiles y combatientes, han muerto en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk desde mediados del pasado mes de abril, tras el estallido de una rebelión prorrusa contraria al vuelco de poder que vivió Kiev en febrero.
