Vladímir Yirinovski quiere realizar una cumbre de extrema derecha para tratar la forma de enfrentar los disturbios producidos en suelo galo por inmigrantes.
El líder ultraderechista ruso, Vladímir Yirinovski, a través de un telegrama cursado estos días al Gobierno galo, propuso enviar a Francia a grupos de hinchas de fútbol rusos y a activistas de su partido, el Liberal Democrático, con experiencia de combate en conflictos armados para "poner orden en 48 horas".
Además, el polémico político invitó a Moscú a conocidos políticos ultraderechistas y nacionalistas europeos para estudiar medidas de "prevención de disturbios" como los que se registran en Francia.
Yirinovski, vicepresidente de la Duma (Cámara de Diputados) rusa y líder del PLD, cursó invitaciones a los dirigentes de la ultraderecha francesa, Jean-Maria Le Pen; alemana, Gerhard Frey; y belga, Daniel Féret, y al dirigente de la Liga Norte italiana, Umberto Bossi.
"La invitación es para celebrar acciones de protesta conjuntas y trazar una postura común para la prevención de disturbios en los lugares de residencia masiva de otras comunidades étnicas", informó el PLD en un comunicado para la prensa.
En sus mensajes de invitación, Yirinovski "expresó su grave preocupación con motivo de los problemas surgidos como resultado de los incidentes provocados por los inmigrantes en Francia y otros países europeos", según el comunicado difundido por la agencia informativa rusa Interfax.
El pasado martes, el líder ultra ruso declaró que los desórdenes registrados en París pueden repetirse en la capital rusa, por cuando "en Moscú hay más de tres millones de caucasianos", el principal blanco de los ataques de los ultranacionalistas y neonazis rusos.
Yirinovski fue el primero y único político ruso que felicitó a Le Pen por su inesperado resultado en la primera vuelta electoral de las presidenciales de 2002 en Francia, en la que quedó segundo, aunque después perdió ante el actual jefe de Estado, Jacques Chirac.
"Si no esta vez -auguró entonces Yirinovski-, dentro de cinco años las fuerzas de derecha vencerán sin falta en Francia, (...) y Europa en general quedará bajo el dominio de los partidos de derecha", pues "el futuro pertenece a la derecha". (EFE)
