A juicio del Partido Socialista, la iniciativa anunciada por el mandatario francés para terminar con la violencia de los jóvenes debería ser obligatorio.
El opositor Partido Socialista (PS) criticó la creación de un servicio civil voluntario anunciado por el presidente, Jacques Chirac, en respuesta a la violencia de los jóvenes en los barrios difíciles, porque debería ser "obligatorio".
La única propuesta nueva de Chirac es "la del servicio civil voluntario, que, a nuestro juicio, sólo puede tener sentido si es obligatorio", afirmó la portavoz del PS, Annick Lepetit, en un comunicado.
En su primera intervención radio-televisada sobre la ola de disturbios desde que empezó el pasado día 27, Chirac anunció este lunes la creación de un servicio civil voluntario, que asociará "acompañamiento y formación" y que debe concernir a 30.000 jóvenes a finales de 2006 y a un total de 50.000 en 2007.
En su discurso, el jefe de Estado preconizó la movilización general contra las discriminaciones, frente al "malestar profundo" y a la "crisis de referentes y de identidad" de los jóvenes de los barrios difíciles que traduce la ola de disturbios, a la vez que justificó la decisión de prorrogar tres meses el estado de emergencia.
"Después de 15 días de silencio, esperábamos otro discurso", indicó la portavoz del PS, y, si bien consideró necesaria una "política de firmeza", indicó sobre la prórroga del estado de emergencia que una excepción no debe convertirse en "la regla".
Los Verdes, por su parte, opinaron que Chirac está "visiblemente superado" por los acontecimientos y que se ha asomado a la pequeña pantalla para justificar la prórroga del estado de emergencia.
Para el partido centroliberal UDF, que se desmarca cada vez más del gobernante y conservador UMP, el discurso de Chirac era "tardío".
La UMP, por contra, saludó la intervención del jefe de Estado, que "ha sabido encontrar las palabras apropiadas" y ha mostrado "firmeza y determinación".
El ultraderechista Jean-Marie Le Pen, quien reunió a un millar de partidarios de su Frente Nacional en una céntrica plaza de París, afirmó que los disturbios son el "coste de una política loca de inmigración" y dijo que los extranjeros en Francia no deben recibir "ninguna" ayuda social.
Le Pen denunció que Chirac fue el autor en 1974, como primer ministro, de "una ley sobre la reunificación familiar", y que, como presidente, decidió suprimir el servicio militar.
El líder ultraderechista dejó claro que centrará su campaña para las presidenciales de 2007 en la inmigración. (EFE)
