El 12 de enero se conmemora el tercer aniversario de la tragedia que golpeó al país.
Aún hay problemas que persisten como la basura en las calles y los damnificados.
A pocos días de conmemorarse el tercer aniversario del terremoto que el 12 de enero de 2010 azotó Haití, el jefe de la misión de paz de las Naciones Unidas (Minustah) en el país, el ex canciller chileno Mariano Fernández aseguró que aún queda mucha tarea por hacer en Puerto Príncipe y otras ciudades.
La misión multinacional busca retirarse el 2016, a medida que el Gobierno del presidente Michel Martelly incremente la fuerza policial luego del traspaso democrático del poder en 2009.
Fernández detalló: "Ya tenemos en Haití un factor de estabilización importante que fue la transferencia de poder de un presidente a otro de manera democrática. Segundo, hay que enfatizar que el terremoto significó un retroceso que no es comparable a ningún otro terremoto en ningún país de América Latina".
El manejo de la basura y la pobreza que golpea a un 80 por ciento de la población son los principales problemas que sufren los 10 millones de habitantes, la mayoría de los cuales vive en campamentos post-terremoto.
El arquitecto chileno Rodrigo Melo, que trabaja en la organización humanitaria internacional Care, detalla que el principal desafío es "conocer a una cultura bien distinta, porque a pesar de que es América Latina, es súper diferente a lo que uno está acostumbrado por una razón histórica y por una razón cultural también".
Si bien la tasa de asesinatos y secuestros es baja, las actuales preocupaciones de la Minustah son las pandillas que operan en los llamados "barrios calientes", al igual que los desplazados y damnificados por el terremoto.
