El deterioro en las relaciones entre las tribus y nuevas operaciones de Al Qaeda serían las causas.
Hace seis años que no se registraba un número tan alto de fallecidos.
Las acciones violentas en Irak dejaron un total de 1.013 muertos y 2.024 heridos en enero, según un informe difundido por el gobierno iraquí.
Según las cifras entregadas por los ministerios de Sanidad, Interior y Defensa, 795 de las víctimas fueron civiles, mientras que 122 eran militares y otros 96 miembros de las fuerzas de seguridad.
En los heridos, 1.633 eran civiles, 238 militares y 153 trabajadores de las fuerzas policiales.
Según la misión de Naciones Unidas en Irak, la cifra sería mayor y convertiría a enero en el mes con mayor tasa de fallecidos en seis años.
La mayor cantidad de enfrentamientos se debe al deterioro de las relaciones entre suníes y chiíes, junto a la creciente actividad de Al Qaeda en el oeste del país.
