Una violenta jornada de sábado ha vivido la ocupada nación árabe, en lo que aparece como una nueva ofensiva de la insurgencia, que esta semana puso en riesgo al propio secretario de la ONU.
Al menos 65 personas perdieron la vida y alrededor de 100 resultaron heridas en la oleada de atentados suicidas y ataques que sacudieron Irak desde el norte al sur, informaron fuentes de seguridad.
Uno de los ataques más mortíferos causó la muerte de 20 iraquíes y heridas a otros 26 y fue llevado a cabo por un suicida con un camión-bomba, el que impactó contra una comisaría del barrio de Al Daura, en el sur de Bagdad.
En tanto, al menos 20 perdieron la vida y otras 35 quedaron con lesiones a raíz de la explosión de tres autobomba conducidos por suicidas en varias comisarías de la región de Al Qaim, junto a la frontera de Irak con Siria.
Según dijeron fuentes policiales de la provincia de Al Anbar, donde se sitúa Al Qaim, los atentados fueron perpetrados contra tres comisarías distintas de esta región del noroeste
La mayoría de las víctimas son policías que se encontraban en las inmediaciones de esas comisarías, lo que motivó la declaración de toque de queda en la zona.
También en el sur de la capital, un civil murió y otros cuatro resultaron heridos en un ataque con proyectiles de mortero a unas viviendas ubicadas en el barrio de Abu Dechir.
La jornada de violencia se expandió también a Telafar, 470 kilómetros al norte de Bagdad, donde 10 personas perdieron la vida cuando otro suicida entró en una pastelería y detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo.
Además, unos 50 kilómetros al sureste de Telafar, en la ciudad de Mosul, dos policías fueron acribillados por desconocidos en dos ataques separados, mientras que en la sunita Tikrit un grupo armado asesinó a tiros a una familia de cuatro personas, entre ellas un niño de seis meses.
Pocas horas antes, la explosión de un camión-bomba conducido también por un suicida dejó al menos ocho iraquíes muertos y otros 34 heridos en las inmediaciones de la mezquita del Imán Al Mahdi, en una localidad próxima a la ciudad de Hilla.
Por otra parte, la policía anunció el hallazgo de 35 cadáveres de personas asesinadas a tiros y con señales de tortura en diferentes zonas de la capital y en la localidad de Faluya. (EFE)
