El primer ministro acusó a la izquierda de ensuciar su nombre ante derogación de la ley de inmunidad.
Sostuvo además que la prensa extranjera tiene una percepción "contraria a la realidad".
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, manifestó que sufre una persecución por parte de la izquierda respecto a la decisión del Tribunal Constitucional de derogar la ley que otorgaba inmunidad a los cuatro cargos más altos del país.
Después de insinuar la influencia que el presidente de la República, el ex comunista Giorgio Napolitano, pudo tener en la decisión del tribunaly de hablar de una decisión "de izquierdas" contra la ley de inmunidad ("Lodo Alfano"), Berlusconi se se presentó como una víctima de la magistratura.
"La persecución naturalmente continúa. Nunca habría imaginado que un Constitucional, como sabemos órgano político compuesto por magistrados puestos allí por tres presidentes de la República de izquierda, y los otros elegidos por la política de izquierda, pudiera aprobar el 'Lodo Alfano'", dijo el primer ministro.
Berlusconi definió como "auténticas farsas" esos procesos "que se anuncian con gran alegría por parte de los fiscales de Milán" y explicó que irá a la televisión a dar toda clase de detalles sobre esas mismas causas.
"Los italianos podrán entender cómo la izquierda no tiene otros argumentos con los que atacarme ni al trabajo de su extraordinario Gobierno. Y por ello se pega a la magistratura politizada, porque es la única arma que les queda para subvertir el voto", apuntó.
Asimismo, Berlusconi afirmó que la prensa extranjera tiene una percepción "contraria a la realidad" de la situación actual en Italia, donde ha suscitado un gran interés la decisión del Tribunal Constitucional.
"La prensa extranjera, que tiene relaciones sólo con periódicos de izquierda italianos, ve esta situación italiana contraria a la realidad. Nosotros lamentamos esto", dijo Berlusconi en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado hoy en Roma.
"Porque en el querer difamar al presidente del Consejo (de Ministros) se ha terminado por difamar a toda la democracia italiana. Y esto, los italianos lo han entendido, y los que no lo han entendido, lo entenderán", añadió.
