Presidente paraguayo: "El celibato es imperfecto, el único perfecto es Dios"
Fernando Lugo habló en Buenos Aires de la polémica por sus hijos.
El ex obispo aseguró que no ha tenido "ninguna noticia" desde el Vaticano.
Fernando Lugo habló en Buenos Aires de la polémica por sus hijos.
El ex obispo aseguró que no ha tenido "ninguna noticia" desde el Vaticano.
El presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, calificó el celibato como una "cuestión imperfecta" y dijo que el escándalo de paternidad que protagoniza no le ha quitado apoyo popular sino más bien todo lo contrario.
Además, en una entrevista publicada este domingo por el diario argentino Clarín, el mandatario manifestó que nunca pensó en dimitir de su cargo y sostuvo que no ha "tenido ninguna noticia" del Vaticano desde que el mes pasado reconoció a un hijo que tuvo en 2007, tras su renuncia al estado clerical para lanzarse a la arena política.
El celibato "es una opción personal, de fe, que hace la iglesia católica latina, que viene del 1500 (...) Creo que el único perfecto es Dios y todo lo que haga la persona humana es imperfecto, así que el celibato también es una cuestión imperfecta del hombre o de la mujer", indicó.
Cuando le preguntaron si era consciente de hasta qué punto los hechos de su vida privada afectaron su imagen, el ex obispo de 58 años respondió que no cree "mucho en eso".
"Nuestros informes, sobre todo con la gente sencilla, aquella que nos votó, nos dicen que la imagen se mantiene intacta, al menos aquí en Paraguay", aseguró antes de reconocer que "puede ser que (su caso) haya tenido repercusión a nivel mediático".
Lugo, quien gobierna Paraguay hace poco más de un año y afronta otras demandas de filiación, dijo que tampoco ve una contradicción entre lo que le sucedió y la campaña sobre paternidad responsable que impulsan funcionarios de su gobierno.
"Al contrario -advirtió-, lo veo como un punto positivo y la gente también" y recordó que en Paraguay sólo se reconocen un 30 por ciento, con lo que en un 70 por ciento la paternidad no se reconoce.
"Que el presidente reconozca a su hijo pudiendo y teniendo en sus manos toda la cuestión jurídica y el poder e incluso los medios para no hacerlo, muchos lo han considerado como un acto de valentía y coraje", sostuvo.