El jefe del gabinete ministerial peruano manifestó su preocupación por el incremento de las manifestaciones pese al diálogo que se ha abierto con cocaleros y mineros, dos de los gremios en conflicto.
Las protestas sociales que se han desatado en varias regiones del Perú responden a la impaciencia de sus autoridades y a una aparente agitación política, afirmó este jueves el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo.
El jefe del gabinete ministerial manifestó su preocupación porque, en los últimos días, han ido apareciendo nuevas jornadas de manifestaciones, a pesar del diálogo que su oficina ha abierto con los cocaleros y mineros, dos de los gremios en conflicto.
Sin embargo, Del Castillo señaló, en entrevista con CPN, que se investigará si existe un presunto "complot político" para crear una supuesta "sensación de zozobra y levantamiento" en el país.
La amazónica región de Loreto dio inicio esta jornada a un paro de 48 horas en demanda de una autorización del ministerio de Economía para la contratación de 1.000 profesores.
"No es que el país esté soliviantado. Hay gente que por razones políticas genera estos problemas", agregó el primer ministro.
El presidente regional de Loreto, Yván Vásquez, defendió la medida de fuerza y convocó a las principales autoridades municipales de su región para lograr la paralización total de las actividades.
La región de Cusco también había anunciado una huelga para obtener una partida adicional que les permita contratar a 1.180 profesores, pero Del Castillo le confirmó a su presidente regional, Hugo González, que la autorización ya fue dada y, por lo tanto, la protesta ya no tiene razón de ser.
El paro de los campesinos cultivadores de hoja de coca en la región de Huánuco dejó este miércoles cuatro heridos, la mitad policías, y se frustró la instalación de una mesa de diálogo con el gobierno por la violencia que caracterizó a la jornada.
En tanto, el bloqueo que se hizo el miércoles en la carretera Panamericana, a la altura de la norteña región Piura, por parte de cultivadores de arroz y algodón que piden mejores precios para sus productos, dejó medio centenar de heridos, entre manifestantes y policías, según reportó la prensa.
La administración de Alan García ha insistido en que no dialogará con las partes en conflicto mientras persistan las medidas de fuerza y, en ese sentido, sólo mantiene una mesa de negociación con los mineros que convocaron a una huelga pero que no ha tenido repercusión entre sus agremiados. (EFE)
