El presidente de Perú inició una visita de tres días a la potencia asiática.
Manifestó su solidaridad con las víctimas del terremoto y tsunami de 2011.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, fue recibido este miércoles por el emperador de Japón, Akihito, a quien le transmitió su interés por la situación que se vive en la zona devastada por el tsunami de marzo de 2011.
Humala y su esposa, Nadine Heredia, llegaron en un vehículo oficial al Palacio Imperial, en el centro de Tokio, donde les recibieron el emperador, de 78 años, y la emperatriz, Michiko, de 77, ante una docena de periodistas.
El matrimonio peruano -con traje oscuro él y un vestido rosado ella- saludó calurosamente y con reverencia protocolar a los emperadores, con los que intercambiaron unas breves palabras antes de entrar juntos en las instalaciones imperiales.
Humala y Akihito mantuvieron antes del almuerzo una reunión de unos 15 minutos que se desarrolló en un ambiente "bueno y acogedor", según un portavoz de la Casa Imperial, que detalló que el mandatario peruano recordó en la conversación que él cursó estudios en un colegio japonés en Lima.
Por su parte, el emperador nipón recordó que viajó a Perú como príncipe heredero en 1967 y subrayó la buena acogida y el "buen recuerdo" que guarda de aquella estancia.
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| Humala fue acompañado por su esposa, Nadine Heredia. (Foto: EFE) |
Tras invitar a Akihito y Michiko a visitar Perú, Humala transmitió al emperador la solidaridad de Perú con los afectados por el terremoto y tsunami del año pasado en el país asiático, que causó más de 19.000 muertos y desaparecidos, y se interesó por la situación actual en las zonas asoladas.
En este sentido, el anciano emperador admitió que "aún hay muchos problemas por resolver" y subrayó el esfuerzo que está haciendo el pueblo japonés para superarlos, indicó el portavoz.
Humala llegó ayer a Japón para una visita oficial de tres días, que supone su primer viaje a Asia desde que asumió el poder, en julio de 2011.
La anterior visita de un mandatario peruano al país asiático tuvo lugar en noviembre de 2010, cuando Alan García asistió a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de Yokohama.
