El postulante de la cuarta fuerza política del país euroasiático denuncia trabas burocráticas y hasta falsas alarmas de bomba para impedir que se reúna con su adherentes.
Serguéi Gláziev, líder del partido nacionalista de izquierda Ródina (Patria) y uno de los siete candidatos a la presidencia de Rusia, denunció "juego sucio" en la campaña electoral para los comicios del próximo 14 de marzo.
"En los viajes por las regiones, las autoridades locales recurren a todos los ardides imaginables para impedir que hable con los electores y con los periodistas", dijo Gláziev, cuyo partido fue la cuarta fuerza mas votada en las parlamentarias de diciembre pasado.
El líder de Ródina citó como ejemplo la amenaza de bomba que resultó ser falsa pero que sí sirvió para frustrar una conferencia de prensa que tenía prevista ofrecer en Yekaterimburgo, ciudad en los Urales.
"Hoy, en Nizhni Nóvgorod (ciudad a unos 400 kilómetros al este de Moscú) tuve que comparecer en la calle ante la prensa debido a un corte de luz", añadió Gláziev.
El candidato presidencial se quejó de que casi en ninguno de sus viajes ha podido reunirse con sus electores en recintos cerrados debido a trabas burocráticas.
"En mi opinión, esto es una presión total para que yo renuncie a participar en las elecciones", dijo Glaziév, quien dijo que tiene "motivos suficientes" para afirmar que esta sometido a "vigilancia permanente".
Todas las encuestas señalan al actual presidente de Rusia, Vladímir Putin, como el favorito indiscutible para ganar los comicios del próximo domingo 14 de marzo. En la carrera presidencial participan también Oleg Malyshkin y Nikolái Jaritónov, candidatos de los partidos Liberal Democrático y Comunista, respectivamente; la liberal y única candidata mujer, Irina Jakamada; Serguei Mirónov, actual presidente del Senado, y el ex presidente de la Duma Iván Ribkin. (EFE)
