El casado mandatario ruso exigió "respeto" por su vida privada, al tiempo que aseguró que "no hay una palabra que sea verdad" en las versiones que lo ligan a Alina Kabáeva.
El saliente presidente saliente Vladimir Putin sostuvo que "no hay una palabra que sea verdad" sobre las afirmaciones aparecidas en la prensa local sobre una posible relación sentimental con la joven campeona de gimnasia rítmica y actual diputada Alina Kabáeva.
"¿Es verdad que se está divorciando? (de su esposa, Liudmila), preguntó una periodista rusa durante la rueda de prensa conjunta que ofreció con Silvio Berlusconi en Villa Certosa, que el futuro presidente del Gobierno italiano tiene en Costa Smeralda, Cerdeña.
El ambiente distendido en el que se desarrollaba la conferencia se enfrió por un momento.
Putin cambió de rostro e igual Berlusconi, pero el mandatario ruso no la eludió y le dijo a su interlocutora "yo sólo respondo a preguntas serias", y añadió que "no hay ni una palabra de verdad" sobre la materia.
El presidente saliente ruso agregó que "los políticos viven en una casa de cristal y es justo que todos sepan como viven, pero existen límites y existe una vida privada, en la que no permito que interfiera nadie. Tiene que haber un respeto".
Putin dijo también que en la prensa se habla mucho de que le gustan las jóvenes bellas mujeres rusas, pero "creo que no es una sorpresa si les digo que está claro que me gustan todas las mujeres rusas, las mujeres rusas son las más bellas del mundo".
Consciente que de que estaba en territorio extranjero añadió que "sólo las italianas pueden hacerle competencia".
Para romper el hielo y devolver la distensión, Berlusconi echó manos a una de sus bromas y tras señalar a la periodista rusa haciendo con la mano el gesto de un fusil dijo a Putin: "Si quieres un cambio entre la prensa italiana y la rusa, me encargo yo". (EFE)
