El asalto de guerrilleros islámicos contra una escuela de una pequeña localidad del Cáucaso ruso terminó con el saldo 331 muertos de las cuales 176 eran niños, a manos de sus captores y también de sus liberadores.
Este jueves 1 de diciembre Rusia recuerda un año del sangriento desenlace de la toma de una escuela de la localidad de Beslán, en la república caucásica de Osetia del Norte, donde un grupo islámico armado mantuvo como rehenes a cerca de 1.200 personas, la mayor parte de ellos niños.
La tragedia comenzó el denominado 'Día del Saber', como llaman los rusos a la jornada de inicio del año escolar, el primer día de septiembre de 2004, cuando en esa escuela de Beslán un comando proveniente de la vecina Ingushetia tomó las dependencias del recinto en forma violenta. En la banda había ingushes, chechenos, un osetio, un árabe y un individuo de "ojos rasgados".
Los terroristas, 32 según la versión oficial, se atrincheraron en el recinto con sus rehenes como escudos humanos y presentaron sus condiciones: el fin de la guerra de Chechenia y el reconocimiento de la independencia de esa república norcaucásica.
El comando actuó de forma profesional. De entrada, asesinaron a la vista de todos a un hombre que les plantó cara. Luego, buscaron a los varones que hubieran podido amotinarse, les utilizaron para tapiar las ventanas, y luego fusilaron a la mayoría en el primer piso.
También había dos mujeres. Iban vestidas de negro y portaban cinturones explosivos. Ellas fueron las que, a punta de pistola, registraron a los rehenes para comprobar que habían tirado sus móviles, y también las que llevaban a los niños al baño.
A las 13:05 hora local del 3 de septiembre, 52 horas después del comienzo del secuestro masivo, una explosión -posiblemente fortuita, según la investigación oficial- en el gimnasio donde los terroristas retenían a sus cautivos desencadenó la masacre.
Las imágenes de niños huyendo a través de las ventanas y un boquete en el muro del gimnasio en medio de explosiones y del tableteo de ametralladoras dieron la vuelta al mundo.
La confusión era total y las fuerzas de seguridad, que -como se estableció más tarde- emplearon carros de combate y lanzallamas en una operación criticada por su carácter improvisado, tardaron varias horas en aniquilar al comando terrorista.
Según los resultados de una encuesta difundida por la agencia oficial rusa, Itar-Tass, el 85 por ciento de los rusos teme la repetición de un ataque terrorista como el perpetrado en Beslán.
