Así lo indicaron las conclusiones de un estudio realizado entre 2008 y 2011.
Aseguran que el "desarrollo neurológico" del mandatario fue interrumpido en su infancia.
Este desorden afectaría todas las decisiones del presidente ruso.
La oficina de Análisis de Red del Pentágono determinó que el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene un "desorden autista que afecta todas sus decisiones".
Como consignó The Independent, un grupo de expertos analizó videos del mandatario ruso entre 2008 y 2011, tras lo cual concluyeron que el "desarrollo neurológico de Putin fue interrrumpido significativamente en su infancia" y que su obsesión autoritaria con el "control extremo" es una manera de compensar por su condición.
En el informe se cita al doctor Stephen Porges, quien plantea que "Putin tiene una forma de autismo". Sin embargo, el profesional indicó que no ha visto el informe finalizado y advirtió al equipo que "no se debe decir que tiene Asperger".
Ante este texto, la directora de Asuntos Exteriores y Cambio Social de la Sociedad Nacional Autista británica, Jane Harris, rechazó este tipo de "diagnóstico especulativo".
"Este tipo de diagnóstico especulativo está lleno de riesgos y no ayuda a nadie. El autismo es una condición compleja y un diagnóstico debe ser hecho solamente con un detallado, holístico proceso hecho cara a cara entre el individuo y el profesional", manifestó.
