Wikileaks: EE.UU. celebró la "respuesta madura" de Chile a la muerte de Pinochet

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Autor: Cooperativa.cl

El documento destaca el "introspectivo suspiro de alivio sobre su pasado".

Los chilenos "parecen determinados a no gastar demasiado tiempo mirando al pasado", se indica.

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La embajada de Estados Unidos, a dos meses de la muerte de Augusto Pinochet en diciembre de 2006, tuvo tiempo para elaborar sus conclusiones respecto a las consecuencias del fallecimiento del ex dictador, según reveló un nuevo cable filtrado por Wikileaks.

ImagenEl embajador de entonces, Graig Kelly, envió el 9 de febrero de 2007 a Estados Unidos un cable titulado "Pinochet aún sigue muerto" donde destaca el comportamiento de la sociedad tras el deceso.

"Para Estados Unidos la respuesta madura de la democracia chilena a la muerte de Pinochet es ciertamente bienvenida. Los chilenos, al menos por el momento, parecen determinados a no gastar demasiado tiempo mirando al pasado o en excesivas introspecciones", sostiene el documento diplomático divulgado por El País.

En texto destaca si bien los "apasionados comentarios de los medios", marcados por las imágenes de seguidores llorando la muerte de Pinochet y de los opositores celebrando su deceso "inducían a pensar, inicialmente, que Chile entraba en un largo periodo de rencoroso y destructivo debate entre la izquierda y la derecha".

"En lugar de eso, Chile, ahora una próspera democracia con fuertes instituciones, ha dado aparentemente un introspectivo suspiro de alivio sobre su pasado y se ha movido hacia los desafíos del presente y del futuro", afirma el embajador.

En esta línea, el diplomático sostiene que "durante aproximadamente 10 días después de su muerte, la cobertura de los medios fue intensa (...). Pero a partir de entonces, prácticamente, silencio sepulcral".

El debate de la sociedad

Durante esos días, explica el cable, la sociedad basó su discurso fundamentalmente en tres preguntas: ¿Al derrocar al Gobierno de Salvador Allende salvó Pinochet a Chile de algo peor?; ¿Sus medidas en la política económica de mercado pesan más que las negativas e incuestionables violaciones de los derechos humanos?; y ¿Las alegaciones de corrupción que pesan sobre él y su familia de forma permanente marcarán su legado, a pesar de cómo se respondan las dos preguntas anteriores?

De esta forma, Kelly explica cómo los detractores desprecian a "un tirano sin escrúpulos", mientras que los simpatizantes de Pinochet creían que había salvado al país, ya que "Allende habría llevado a Chile hacia el caos en el mejor de los casos y a una pesadilla totalitaria en el peor".

Comparación con Franco

El embajador Kelly realiza también una comparación entre la sociedad chilena tras la muerte de Augusto Pinochet y la española luego del deceso de Franco.

De esta forma, relata que "después de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, (el cómico) Chevy Chase solía abrir sus informativos con la observación que 'Franco sigue muerto'".

En Chile, prosigue el texto, "el antiguo dictador Augusto Pinochet no sólo sigue igual de muerto, sino que casi parece que nunca ha existido".

"Esto es sorprendente, dada la lluvia de emociones que acompañaron su defunción, cuando seguidores y detractores lucharon sólo de forma figurada para definir su legado", afirma el diplomático estadounidense.

En otra comparación, Kelly sostiene que "hay claras diferencias. La Guerra Civil española se alargó durante tres años. Y la dictadura de Franco duró más que el doble que la de Pinochet, pero hay similitudes también en lo referente a la guerra fría, una incómoda relación con Estados Unidos: el postconflicto de las violaciones de derechos humanos; la impuesta, aunque existosa, reforma económica".

"Sin embargo, sólo hasta ahora, unos 30 años después de la muerte de Franco, que España ha tomado una dolorosa aproximación hacia su pasado, y al hacerlo, se está produciendo un daño significativo en su tejido social", puntualiza.

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