Para paliar el aumento en los precios registrado por el IPC es necesario tomar medidas que permitan mantener el presupuesto familiar.
Con la variación de 1,2 por ciento durante el mes de mayo, el Indice de Precios al Consumidor presentó alzas en los precios de todos los grupos que mide, salvo en Equipamiento para la Vivienda. Parte de los incrementos más importantes se dieron en los rubros Transporte con 2,7 por ciento y Alimentación con 1,9 por ciento.
Para enfrentar los aumentos en el precio de estos grupos tan importantes en la vida cotidiana es fundamental tomar medidas que permitan optimizar el dinero que se gasta en ellos, por lo que la sustitución puede ser una buena estrategia para mantener el presupuesto mensual.
Si bien este es uno de los rubros que más ha aumentado sus precios, es también uno de los que ofrecen más alternativas para ahorrar por la gran variedad de productos que posee.
Un ejemplo de sustitución en esta área es cambiar la carne molida de vacuno por carne de soya -cuyo precio es cerca de tres veces menor- o mezclar ambas para hacer rendir sin perder el sabor en la preparación de salsas, budines y albóndigas.
Otra posibilidad es sustituir la carne algunos días de la semana por vienesas, que tienen un precio menor.
También en el terreno de las proteínas, una alternativa económica a la leche líquida es la leche en polvo, que por el precio de cuatro litros rinde más y, en caso de que el sabor no le guste a la persona para tomarla, puede sólo sustituirla en la preparación de recetas.
En caso de que la leche no sea muy utilizada, pero sí el yogur, una alternativa económica es comprar los ‘pajaritos’ y hacer el yogur en casa.
Cambiar los jugos líquidos por las variedades es una posibilidad de ahorro, pero si el sabor no le resulta agradable, la pulpa es otra posibilidad de sustitución, ya que cuesta un cuarto del líquido, rinde lo mismo y el sabor es similar. En caso de desear ahorrar más, tomar agua siempre es una opción saludable.
Utilizar margarina en vez de mantequilla puede que no le brinde el mismo sabor a una comida, pero es bastante similar, más sana y más barata.
En caso de tener niños, una buena medida es cambiar los postres envasados por postres caseros como sémola o gelatina, que rinden mucho más y su costo es considerablemente menor.
Si la comida congelada juega un papel fundamental en sus compras, una alternativa más económica es utilizar parte de una tarde en la preparación y congelación de alimentos para la semana.
Además de estos ejemplos de sustitución, existen otras medidas útiles para ahorrar en las compras de alimentos como adquirir productos de marca propia de la tienda, adquirir frutas y vegetales en ferias libres, llevar una lista y una calculadora al comprar en el supermercado, tener un cuaderno con precios para ir detectando variaciones e informarse de promociones y días que ofrezcan descuentos en los productos que más se consumen en la casa.
De acuerdo al sitio The Consumerist otro factor a considerar cuando se desea ahorrar en alimentos es no desperdiciar, pro lo que es importante comprar productos que puedan utilizarse en diversas preparaciones y hacer del congelador un aliado imbatible.
Este fue otro de los ámbitos que presentó un importante incremento en sus precios, especialmente por las variaciones en el precio del petróleo. Si bien en el área del trasporte las alternativas de sustitución no son tantas como en el campo de la alimentación, existen cambios que se pueden realizar para alcanzar diferentes niveles de ahorro.
En caso de tener un automóvil y utilizarlo diariamente para ir al trabajo, una de las opciones es organizarse con algunos colegas para irse todos juntos al trabajo turnándose por días, tal como lo hacen algunas mamás para ir a buscar a sus hijos al colegio.
Si usar diariamente el automóvil es más una comodidad que una necesidad, utilizar el transporte público siempre es una opción de ahorro, así como para quienes son asiduos al uso de taxis, la utilización de colectivos que vayan por una ruta cercana.
Para ahorros más drásticos, existen dos alternativas: invertir en una bicicleta o caminar, especialmente si las distancias no son demasiado extensas. Si bien la primera implica un gasto, este es más bien una inversión, ya que es un ahorro a futuro, una contribución al medioambiente y además, acarrea beneficios a la salud. (Cooperativa.cl)
