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Creciente interés: Licencias para pilotear drones superaron las 1.700 en tres años

Publicado:
| Periodista Digital: Cooperativa.cl

Legislación que regula el vuelo de aparatos sobre los 750 gramos en zonas pobladas y despobladas es pionera en Latinoamérica.

En 2017 se entregaron 674 licencias mientras que en 2018 ya se han entregado 661.

Creciente interés: Licencias para pilotear drones superaron las 1.700 en tres años
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La normativa apunta a regular este tipo de operaciones y evitar así accidentes o un mal uso de estos aparatos.

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La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) reveló que desde 2015 -año en que se reguló el uso de drones en áreas pobladas- se han entregado 1.790 permisos para pilotear estos aparatos en Chile, lo que confirma el crecimiento sostenido del mercado de estas aeronaves en el país.

En abril de 2015, la DGAC publicó la normativa DAN 151, la que determina que todos los drones sobre los 750 gramos son calificados como profesionales, y por lo mismo, requieren de una licencia profesional que es entregada por dicho organismo, publicó La Tercera.

Desde entonces, la institución ha otorgado 1.790 de estos permisos: 135 en 2015, 320 en 2016, 674 en 2017 y 661 en lo que va del año, la popularidad de estos aparatos en el país.

Para obtener esta licencia se debe ser mayor de edad, presentar una declaración jurada ante notario de haber recibido instrucción teórica y práctica respecto del modelo de dron a volar, y aprobar el examen correspondiente. La normativa, considerada pionera en Latinoamérica, apunta a regular este tipo de operaciones y evitar así accidentes o un mal uso de estos aparatos.

En tanto, cuando el vuelo se hace sobre una zona despoblada, opera la norma DAN 91, en la que el operador no necesita credencial o que el RPAs (dron) esté registrado. Solo requiere notificar a la DGAC, con siete días hábiles de anticipación, la intención del vuelo, indicando además el lugar donde se va a realizar.

En ambos casos, sobrevuelo en lugar despoblado o poblado, el operador necesita contar con una póliza de seguro, la que es exigida por la Junta de Aeronáutica Civil (JAC) o un documento ante notario, para asumir la responsabilidad por los daños que puedan causarse.

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