Secretario general de la OEA participó en una ceremonia con motivo del 40° aniversario del golpe en Italia.
"La dictadura de Augusto Pinochet se destacó por su brutalidad arrogante", agregó el ex ministro del Interior.
José Miguel Insulza participó en una ceremonia conmemorativa en Roma.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, recordó el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, su "muerte heroica" y aseguró que ese episodio "ha quedado en el pasado" en la vida política de Chile.
Durante una visita oficial a Roma, Insulza participó en una ceremonia con motivo del 40° aniversario del golpe, que puso fin al Gobierno de Allende y dio paso a 17 años de la dictadura de Augusto Pinochet, según informó la OEA en un comunicado.
"El bombardeo del Palacio de La Moneda, la muerte heroica del presidente Allende y sus compañeros, los campos deportivos y barcos convertidos en lugares de prisión y tortura masiva, el exilio masivo, la actitud jactanciosa de los jefes militares (...) fueron presenciados de manera directa por millones y generaron un rechazo popular general y una amplísima solidaridad internacional, que los chilenos aún recordamos con gratitud", indicó Insulza.
El titular de la OEA aseguró que el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 llegó en un momento histórico "lleno de dictaduras de seguridad nacional en el Cono Sur y guerras civiles en Centroamérica".
"Dentro de ese oscurantismo, la dictadura de Augusto Pinochet se destacó por su brutalidad arrogante", aseguró Insulza, quien añadió que "Pinochet se convirtió en, y sigue siendo hoy, el rostro mas odioso de las dictaduras latinoamericanas".
"Todo eso ha quedado en el pasado"
Consideró, no obstante, que "hoy todo eso ha quedado en el pasado" y no es un obstáculo para el progreso en Chile.
"Los tiempos y las exigencias de la sociedad han cambiado, porque nosotros los hicimos cambiar. Es el sino del progresismo no estar nunca satisfecho con lo logrado, sino buscar el mejoramiento permanente de su democracia y su sociedad", indicó el ex canciller.
En la ceremonia se leyó además un mensaje del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, quien consideró que el golpe provocó una "reflexión en el mundo sobre los procesos de transformación de las estructuras económicas y sociales y los riesgos para los acuerdos políticos y la institucionalidad democrática".
Durante la dictadura que encabezó Pinochet entre 1973 y 1990, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que unos 1.200 están aún desaparecidos, mientras unos 38 mil sufrieron la prisión y la tortura por causas políticas.
