El querellante por la muerte del mirista Miguel Angel Sandoval aseguró que la negativa del general (r) a ser notificado es un "hecho profundamente aislado" y sin repercusiones.
El abogado de derechos humanos Nelson Caucoto se mostró tranquilo frente a la actitud que tomó Manuel Contreras, ex director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), quien se negó a concurrir a la notificación de su condena de 12 años y un día por la muerte de un mirista, pues estima que finalmente el general en retiro irá a la cárcel.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Caucoto dijo que "el ministro Alejandro Solís tiene el imperio y facultades suficientes para hacer cumplir su resolución y ordenar el ingreso de esta persona al penal a cumplir su sentencia".
El jurista, querellante en la causa por el secuestro de Miguel Angel Sandoval, señaló que la sentencia contra cinco ex miembros de la cúpula de la DINA que es ejecutoriada este viernes es "un hecho inédito" para la defensa de los DD.HH.
Consultado respecto a si la postura de Contreras, quien afirmó que deberían ir a su casa a detenerlo, es una señal para otros militares encausados, el profesional consideró que ésta "puede tener miles de interpretaciones".
"Sin embargo, estamos en la idea de fortalecer un Estado de Derecho, en que tanto los gobernantes como los gobernados quedan sujetos a la ley, de manera que esta actitud de rebeldía del señor Contreras es un hecho profundamente aislado, que no tiene ninguna conmoción al interior del país, y éste sigue funcionando con absoluta normalidad", agregó.
Al comparar la situación de este viernes con la que se vivió en 1995, cuando el "Mamo" Contreras se atrincheró en un fundo del sur del país, con la intención de evitar su ingreso al penal de Punta Peuco para purgar su condena por el crimen del ex canciller Orlando Letelier, el abogado dejó en claro se trata de "escenarios distintos"
"La vez anterior había un poder militar muy fuerte, (Augusto) Pinochet todavía tenía las riendas del Ejército, estaba el sector militar, diría en una posición de estatus más privilegiado que en el que se encuentra hoy ... tenemos un país en el que la Justicia funciona y no creo que haya ningún atisbo de un reventón de carácter institucional", subrayó.
Las declaración de militares sometidos a proceso por crímenes durante la dictadura, y que a veces dejan entrever rebeldía frente a los tribunales, "son expresiones del pasado, el país debe tener absoluta tranquilidad de que no significan absolutamente nada, que son amenazas que caen en el vacío, que no tienen ningún terreno fértil en ninguna parte, de manera que simplemente se queda en aquello, en bravatas o amenazas que no tienen ningún contexto", concluyó.
A la espera de la condena por la "Operación Albania"
El abogado Nelson Caucoto expresó que este viernes 28 de enero constituye un día muy especial para el mundo de los derechos humanos, pues además del cúmplase de las sentencias por el caso de Miguel Angel Sandoval, se conocerán las condenas contra los 26 inculpados por el homicidio de 12 militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) los días 15 y 16 de agosto de 1987.
Caucoto dijo a El Diario de Cooperativa que se trata del comienzo del fin del proceso por la "la masacre más grande que haya existido" en la década de 1980, que logró avanzar gracias a la labor de los jueces Milton Juica, primero, y Hugo Dolmestch, posteriormente.
El jurista destacó que los magistrados lograron la confesión de 25 involucrados, todos quienes apuntaron al general en retiro Hugo Salas Wenzel, ex director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), como quien dio la orden de perpetrar la llamada "Operación Albania" o "Matanza de Corpus Cristi".
Aunque Salas Wenzer no ha reconocido su participación, el profesional recalcó que se trató de una "operación de bastos alcances, que incorporó a una cantidad enorme de funcionarios de la CNI", además de Investigaciones y Carabineros.
"De acuerdo a lo que existe en el proceso, esa orden habría emanado precisamente del propio Pinochet", agregó Caucoto, quien reconoció que el ex dictador no fue incluido en el proceso por las dificultades políticas que implicaba llegar a él.
