Miembros de la policía civil exhibieron a Radio Cooperativa la pequeña pistola, de color negro, que el ex director de la DINA estaba absolutamente dispuesto a usar para evitar ser aprehendido.
La resistencia de Manuel Contreras a su detención fue tenaz y violenta, según confirmaron a Radio Cooperativa altas fuentes de la Policía de Investigaciones, que detallaron que el ex director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) sí intentó usar un arma de fuego, una pistola de color negro y que estaba cargada con 12 tiros.
De acuerdo a Investigaciones, el prefecto jefe nacional contra el Crimen Organizado y Asuntos Especiales, Rafael Castillo, conversó en privado durante 20 minutos con el general en retiro, para intentar convencerlo de que no opusiera resistencia a su arresto, ordenado por el juez Alejandro Solís.
En todo este procedimiento, agregaron las fuentes, estuvo presente un funcionario de Ejército, autorizado por el prefecto.
Ante la negativa de Contreras, Castillo ordenó a los 12 detectives que lo acompañaban proceder a la detención, momento en que efectivamente el ex oficial intentó sacar la citada pistola –que Radio Cooperativa tuvo a la vista– desde el cajón del escritorio de su oficina.
En este momento, policías se abalanzaron sobre el ex jefe del organismo represivo para inmovilizarlo, quitarle el arma y esposarlo, en medio de los reclamos e insultos de los familiares del general (r) presentes en el lugar.
En Investigaciones se hizo hincapié en que el arma de Contreras era ilegal, pues en su calidad de encausado, no está habilitado ni para portar ni para mantener este tipo de artefactos en su poder.
Luego de ser subido a uno de los autos policiales, la caravana llegó hasta el cuartel Borgoño de la policía civil, donde se le leyeron sus derechos, se le practicó un chequeo médico y se le permitió comunicarse telefónicamente con su equipo jurídico.
Para la Policía de Investigaciones de Chile, añadieron las fuentes, la diligencia estuvo marcada por su legalidad y el cumplimiento estricto de la orden de detención que emitió el juez Solís, y de hecho, se evitó que el ahora reo rematado u otro persona resultara hedido, pues el ex colaborador de Augusto Pinochet estaba completamente dispuesto a utilizar el arma de fuego.
