"El Papa jamás debió referirse de esa manera a nuestros hermanos", explicaron.
Más de 400 personas protestaron en Osorno, además unas 50 lo hicieron en Santiago y más de 100 en Concepción.
"Habría que preguntarse quiénes son sus más cercanos", afirmó Crisosto sobre el Papa.
Más de 400 personas protestaron afuera de la Catedral de Osorno exigiendo la salida del obispo Juan Barros, manifestación que se replicó en Concepción y Santiago.
"No queremos que Barros siga siendo su obispo, porque es un obispo que mancha la Iglesia Católica", explicó Carol Crisosto, vocera de la comunidad de los Sagrados Corazones de Concepción.
"Estamos muy dolidos por los dichos del Papa, jamás debió referirse de esa manera a nuestros hermanos de Osorno. Nunca en la vida de la Iglesia un Papa se refiere así. Él tiene una información sesgada que recibe de sus más cercanos, habría que preguntarse quiénes son sus más cercanos", agregó Crisosto.
Además aseguró que "es una demanda justa, es una causa que debemos enfrentar todos los cristianos católicos apoyando a nuestros hermanos de Osorno".
En la misma línea, Mario Vargas, vocero de la comunidad laica de Osorno, señaló que "las palabras tan desafortunadas que hace el papa Francisco a la ciudad de Osorno, a los católicos de Osorno al tratarlos en forma muy despectiva de zurdos, de tontos. El pueblo de Osorno de levantó por su dignidad".
"Creemos que un pastor de la envergadura del papa Francisco debiera tener palabras distintas a sus ovejas", puntualizó.
Las manifestaciones se replicaron en Santiago con cerca de 50 adherentes y en Concepción con más de 100.
Barros es sindicado como uno de los cómplices del sacerdote Fernando Karadima, por lo que desde su nombramiento se han sucedido diversas protestan que exigen su salida.
El vocero y uno de los líderes del movimiento laico en Osorno, Juan Carlos Claret, dijo que la comunidad seguirá al papa donde esté si se hace efectiva su visita al país el próximo año y en caso contrario preparan un viaje al Vaticano para conversar frente a frente con el Pontífice.
"El papa no solamente insultó una diócesis en el sur de Chile, sino que insultó también a un país y en ese sentido a una iglesia que ve en la figura de Barros no solo el problema de Karadima, sino que ve un problema sistémico dentro de la Iglesia Católica que es el abuso de poder", dijo Claret.
"Estamos enfocados en que el papa o venga Osorno si viene a Chile, o si no viene a Chile, esperamos que si el papa tiene un sentimiento de arrepentimiento respecto a sus dichos sobre Osorno que nos reciba en Roma para poder conversar frente a frente", indicó.
