El sacerdote es acusado de haber abusado sexualmente de dos hermanas entre 2007 y 2011.
Las presuntas víctimas formaban parte de un "grupo de favoritas" en el Colegio Cumbres, dicen los querellantes.
Apoderados del Colegio Cumbres han llegado al Centro de Justicia para brindar su apoyo al religioso irlandés.
En una sala repleta del Tercer Tribunal Oral de Santiago se desarrollan este lunes los alegatos de clausura del juicio contra el sacerdote de la congregación de los Legionarios de Cristo John O'Reilly, que se inició el 1 de agosto.
La Fiscalía y los querellantes han dado por acreditados los abusos sexuales que habría cometido el religioso irlandés contra dos hermanas, alumnas del Colegio Cumbres, entre 2007 y 2011, y han rechazado la estrategia de la defensa de poner en cuestión el testimonio de las presuntas víctimas.
Acusan que O'Reilly abusó sexualmente de la primera víctima entre 2007 y 2009 en las oficinas de la administración y en la capilla del colegio aprovechándose de su calidad de asesor espiritual, y que habría hecho lo mismo con su hermana entre 2010 y 2011.
"Es posible sostener que ha quedado fehacientemente acreditado que estas menores eran parte de un cierto grupo de 'favoritas' con las que el imputado tenía un contacto más o menos frecuente, ya sea buscado -(mediante) peticiones a subordinados- o espontáneos, fruto de la acción de afecto y de amistad que estas menores manifestaban en su momento hacia el imputado", dijo en la audiencia el abogado querellante José Ignacio Escobar.
"También durante el juicio fue acreditado que existían oscilaciones en la conducta de las menores, y básicamente estas oscilaciones estaban marcadas por el tiempo en que, entendemos, se alejaban del agresor", afirmó Escobar.
O'Reilly "es una persona que no respeta normas, pero no sólo eso, sino que tenemos la convicción de que el trabajo serio de dos meses va a dar un buen resultado: que los peritos (presentados por la defensa) tenían un sesgo que no declararon, que fue puesto de manifiesto y tuvieron una cantidad importante de errores metodológicos", concluyó el profesional.
La defensa, encabezada por el abogado Luis Hermosilla, insiste en que los delitos nunca ocurrieron y que los recuerdos de ambas niñas fueron intervenidos por la familia, los fiscales y distintos profesionales de salud mental que las interrogaron.
Muestras de apoyo
Hasta el Centro de Justicia llegó hoy una treintena de apoderados del Colegio Cumbres para manifestar apoyo a John O'Reilly.
"Confío plenamente en él y lo que he visto en su trabajo así fue siempre. Lo conozco hace 30 años. Yo era profesora en un colegio donde él trabajó y nunca hubo un problema. Eduqué a mis hijas en el Colegio Cumbres. Fue capellán del colegio cuando mis hijas estudiaron y tampoco nunca hubo un problema", dijo una de las presentes, María Pía Fontaine.
O'Reilly "me ha guiado espiritualmente a mí durante muchos años y yo confío plenamente en él", insistió la apoderada.
Tras el cierre de los alegatos de clausura se prevé que mañana martes la Corte dé a conocer su veredicto en el caso: si considera al religioso inocente o culpable.
