El Tribunal de Garantía de Antofagasta ratificó la prisión preventiva decretada contra los imputados por el caso Democracia Viva: el administrador de la fundación, Daniel Andrade, y el exseremi de Vivienda de esa región, Carlos Contreras.
El juzgado basó su determinación en la naturaleza del delito, y también tomando en consideración la finalidad de los fondos públicos presuntamente defraudados, que debían financiar el Programa de Asentamientos Precarios.
El abogado querellante Pablo Toloza se manifestó conforme con la decisión, pues "tal como señalamos en la audiencia, no había nuevos antecedentes que ameritaran el cambio de la medida cautelar".
"Hay que recordar que ésta fue establecida por el juez de garantía en la audiencia de control de detención, y posteriormente ratificada por la Corte de Apelaciones de Antofagasta", añadió el jurista.
El fiscal Cristián Aguilar cuestionó la posición de la defensa, indicando que "esa postura la justifican ciertos antecedentes que entienden ellos hacen variar su situación cautelar. Esa postura, la Fiscalía se opuso naturalmente, atendido a que consideraba que los antecedentes no eran nuevos y no hacían variar su situación, ante el tribunal sostuvimos que no eran suficiente y que la necesidad de mantenerlos en prisión preventiva, por constituir su libertad un peligro para la seguridad de la sociedad, respecto de ambos, se mantenía y los antecedentes no justificaban su modificación".
Las defensas solicitaban sustituir la máxima cautelar por arresto domiciliario, aparejado a firma mensual y arraigo nacional, ya que a su juicio, tuvieron poco tiempo para recopilar información del caso previo a la formalización.
En ese sentido, creen que se decretó la prisión preventiva contra los imputados sólo en base a los argumentos de la Fiscalía, que para los abogados, relevan datos fuera de contexto.
Durante la audiencia de más de cinco horas, la defensa también dio cuenta de falencias en el nivel central del Gobierno en lo que respecta al caso Convenios, tal como ha acusado en los últimos meses el exseremi.
Además, descartó que existiese una amistad cercana entre Andrade y Contreras, sosteniendo que su relación se basó netamente en convicciones políticas, ya que ambos solían militar en Revolución Democrática antes de ser expulsados por este caso.
