Alvaro Varela, representante de la familia del desaparecido Presidente, dijo que hoy en día la institución tiene los datos que prueban que Augusto Pinochet ordenó matar al químico de la DINA.
El Ejército de Chile tiene los antecedentes que prueban que el ex dictador Augusto Pinochet Ugarte ordenó, personalmente y ante varios testigos, asesinar al químico Eugenio Berríos, ex agente de la DINA que en la década de 1990 iba a declarar por el crimen de Orlando Letelier, sentenció el abogado Alvaro Varela.
"Hoy día sé que el alto mando del Ejército tiene en su poder claridad absoluta de qué fue lo que ocurrió con Berríos y, particularmente, de la orden que dio Pinochet", aseguró el representante de la familia del Presidente Eduardo Frei Montalva.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Varela estimó que en el caso Berríos "el círculo estrictamente se cerraría con la posición oficial del comandante en jefe del Ejército, de la más alto autoridad del Ejército de Chile, que proporcionara los antecedentes, porque sé que el alto mando del Ejército chileno hoy día los tiene".
"Aprecio en las últimas semanas en el Ejército un cambio radical de actitud, que es lo que ha permitido que se develen antecedentes, fundamentalmente el antecedente preciso, claro y concreto de la orden dada por Pinochet respecto a la operación Berríos", añadió.
Según Varela, con las últimas diligencias por la muerte del ex agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) -como los interrogatorios a los tres militares uruguayos extraditados al país- "está claramente probado, y directamente probado, con pruebas directas y de primera mano, es que la orden de la operación Berríos la dio Pinochet; y ocurre que esa orden la dio además en presencia de varios generales y en un recinto militar".
De hecho, según fuentes judiciales, el general en retiro Hernán Ramírez Rurange, antiguo jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), confesó que el ex dictador lo mandató en 1991 para sacar al químico del país, tal como se hizo con Carlos Herrera Jiménez, autor del crimen de Tucapel Jiménez, y que ahora cumple una pena de presidio perpetuo.
"El secuestro de Berríos, como también lo fue en su oportunidad la salida del país de Herrera, ambos con el mismo destino, incluso estaban en el mismo departamento, bajo dependencia de los mismos militares uruguayos, tuvo por finalidad sustraerlos de modo que no se llegara a tomar conocimiento de los antecedentes esenciales de esta maquinaria de la muerte", expresó Varela.
Ahora, adelantó el profesional, se concretará en "cosa de semanas", la declaración ante el ministro en visita Alejandro Madrid del ex DINA Michael Townley, lo que será "prácticamente el broche" para las diligencias del juez.
"Los avances que se han permitido en la investigación particular del crimen de Berríos derivan también, y se relacionan directamente, con los avances que se han ido teniendo en el proceso del Presidente Frei Montalva", agregó.
Varela explicó que aunque "no está determinado aún" quién y cómo se infectó con un agente biológico al político, "puedo señalar que parte de ese equipo médico profesional que integró la maquinaria de la muerte (de la dictadura) trabajaba también en la Clínica Santa María y tuvo presencia en la habitación del Presidente Frei Montalva en el período que él estuvo hospitalizado, según se ha acreditado".
En este sentido, precisó que entre los médicos involucrados, "a lo menos dos" tenían relación con la clínica en la época del crimen y hoy en día siguen ejerciendo en centros de salud.
Eduardo Frei Montalva murió en enero de 1982 en la Clínica Santa María debido a shock septicémico tras permanecer internado en el recinto por varias semanas luego de una operación rutinaria. (Cooperativa.cl)
