Familia recuerda a Frei Montalva con certezas de una muerte "no natural"

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Autor: Cooperativa.cl

A 25 años de la muerte del ex Presidente, se acumulan las pruebas que apuntan a que terceras personas intervinieron con agentes químicos para, al menos, acelerar el deceso del principal líder de la oposición a la dictadura en los 80.

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Este lunes 22 de enero la familia Frei, la Democracia Cristiana (DC) y muchos dirigentes políticos que en la década de 1980 comenzaron a agruparse en torno a la oposición a la dictadura militar recordarán el 25º aniversario de la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, muerto a raíz de un shock séptico en la Clínica Santa María, hasta donde llegó a fines de 1981 para someterse a un operación por una hernia al hiato.

 

Sin embargo, la necesidad de nuevas cirugías y el rápido deterioro de la salud del político tras la primera intervención dejaron dudas en sus cercanos sobre las razones detrás del progresivo avance hacia el desenlace fatal.

 

Ya en 2000 la senadora DC Carmen Frei, hija del ex jefe de Estado, hizo pública la tesis de que en la muerte de su padre hubo "manos negras", sospechas de que inmediato cayeron sobre los servicios de seguridad del régimen de Augusto Pinochet.

 

A principios de los 80, para el gobierno de facto Frei era una figura incómoda, cuyo mensaje crítico podía significar la unión y crecimiento de la oposición.

 

No por nada Frei disparó contra el plebiscito constitucional de 1980 y no por nada agentes del régimen intentaron acallar, sin éxito, las transmisiones radiales que sacaban al aire esa histórica alocución.

 

El informe belga

 

Un informe preliminar del laboratorio de la Universidad belga de Gent reveló que en al menos tres de las muestras de tejidos y órganos del ex Presidente Frei se detectaron rastros del llamado gas mostaza.

 

Estos resultados fueron recibidos hace dos semanas por el ministro Alejandro Madrid, quien tramita el proceso para esclarecer las causas de muerte del ex Mandatario, y podría constituir la primera evidencia científica que avala la tesis de que en la muerte de Frei Montalva intervinieron terceros, presuntamente agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.

 

El informe no señala que el gas mostaza sea la causa directa de la muerte del ex jefe de Estado, pero Madrid investigará la posible influencia del químico en el deceso.

 

Uno de los detalles que más llama la atención de quienes realizaron el estudio fue que el gas mostaza no se puede crear en forma natural, ni se produce en el proceso de descomposición de un cadáver.

 

Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que el informe final del laboratorio belga debiera llegar a manos de Madrid en los próximos días, pero al detectarse la presencia irregular del químico, los expertos anticiparon los resultados.

 

El gas mostaza es un agente químico vesicantes, es decir produce ampollas cuanto toma contacto con la piel y las membranas mucosas, y puede ser aplicado tanto en forma de vapor, como un líquido de textura oleosa o un sólido.

 

El gas mostaza no se encuentra naturalmente en el medio ambiente.

 

Estudio reafirma error del FBI

 

En septiembre del año 2005, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) había descartado la presencia de gas mostaza en las mismas muestras de tejido de Frei Montalva, sin embargo, la familia del ex Mandatario, los investigadores y el magistrado no quedaron conformes con estas pericias.

 

Por lo mismo, el juez exigió un informe sobre la metodología utilizada por el FBI, el que no fue entregado, por lo que el magistrado decidió repetir las pruebas en otro laboratorio, seleccionando el año pasado el de la Universidad de Gent, en Bélgica.

 

El recinto ha logrado gran prestigio debido al tratamiento que realizaron a soldados iraníes tras la guerra de su país con Irak, entre 1980 y 1988, y por sus asistencias e indagaciones sobre las consecuencias de los ataques con armas químicas perpetrados por el régimen de Saddam Hussein sobre tropas de Teherán.

 

"Sáquenme de aquí inmediatamente"

 

En estado crítico e internado en la Clínica Santa María, Eduardo Frei Montalva hizo uso de un sistema que los médicos de la UCI tenían para comunicarse con los pacientes: Escribir sobre en un papel sobre una superficie dura.

 

El mensaje del ex Presidente de la República (1964-1970) llegó a manos de su nieta mayor, María Paz Ortega Frei, quien hasta ahora lo guarda como un recuerdo de su abuelo, pero también como un indicio de que el líder histórico de la DC sabía que no saldría del recinto asistencial vivo.

 

"Sáquenme de aquí inmediatamente" se lee en el papel al que tuvo acceso el programa "Informe Especial", de TVN, que en agosto pasado exhibió la segunda parte de un reportaje que deja pocas dudas de que algo se quiso ocultar.

 

Cuatro escuetas palabras que resumen una historia que día a día el proceso que sustancia el juez Alejandro Madrid acerca a una conspiración de la dictadura para eliminar a quien se erigía como su principal opositor.

 

Días más tarde, los esbirros de Augusto Pinochet Ugarte ultimarían a Tucapel Jiménez, el líder sindical que era la contraparte de Frei Montalva en el mundo obrero.

 

A Jiménez lo mataron por la espalda, "delincuentes" aseguró el régimen, algo que han repetido hasta hoy fanáticos adeptos, quizás cómplices de la dictadura. La Justicia comprobó que el crimen fue ordenado desde lo alto del poder, así como cientos de otros ajusticiamientos.

 

Más sutil, con menos huellas de sangre, la muerte de Frei Montalva podría convertirse en otro eslabón de la cadena de muerte que instauraron los militares en Chile el 11 de septiembre de 1973.

 

¿Negligencia en la primera cirugía? Arriba

 

Una de las tesis que tratan de explicar, de "forma natural" la muerte del ex jefe de Estado apunta a las fallas del doctor Augusto Larraín, quien intervino a Frei Montalva el 18 noviembre de 1981, por una hernia al hiato, cirugía que ha sido calificada como "sucia y desprolija".

 

El doctor Patricio Silva asumió la conducción del equipo médico tras esta intervención, y aunque indirectamente lanzó dardos contra su colega, sustentando la versión de una negligencia, que no tendría relación alguna con agentes del régimen, el propio galeno reconoció al juez Madrid que no tenía objeción alguna al procedimiento de Larraín, el que presenció personalmente.

 

Silva jugó idéntico rol con el general Augusto Lutz, quien extrañamente murió tras una rara infección luego de una operación que, como la de Frei, no parecía tener complicaciones más allá del promedio de una cirugía.

 

La Clínica Santa María fue escenario de rápidos paseos durante la estadía del ex Presidente, de rápidos y sigilosos paseos, pues el proceso judicial -detallado por el programa periodístico- da cuenta que al menos tres médicos adscritos a la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), dependiente de la Comandancia en Jefe, estaban infiltrados en el recinto.

 

Uno de ellos era Pedro Samuel Valdivia, vinculado a la muerte de un cabo que en los años 70 reveló cómo se habían hecho desaparecer a opositores, a través de los "vuelos de la muerte", en los que se lanzaba al mar a los prisioneros amarrados a un riel y con su estómago abierto por un corvo.

 

Valdivia reconoce que estuvo en la habitación de Frei, sin dejar constancia alguna como requiere el protocolo de cualquier recinto asistencial.

 

Otro médico DINE en la Santa María era Rodrigo Pérez Fuenzalida, oficial de Ejército, adscrito también a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) desde 1978.

 

Pérez, asume Patricio Silva, participó en la segunda operación a Frei.

 

Tanto Valdivia como Pérez firmaron varios certificados de muerte falsos, con los que se cubrían asesinatos encubiertos por la Clínica London, el recinto médico ilegal que mantenían los servicios de seguridad.

 

Hoy en día, Pérez y el propio Silva trabajan en el Hospital Militar de Santiago.

 

El error de Larraín también es defendido por el doctor Patricio Rojas, ex ministro de Defensa del gobierno de Patricio Aylwin y quien en 1982 fue el enlace médico entre la familia Frei Montalva y los equipos que atendían al fundador de la Falange.

 

Ante "Informe Especial", Rojas insistió en que no hubo terceros involucrados, así como -con evidente molestia- que los deudos del ex Presidente autorizaron la autopsia, ahora fuente de más dudas no sólo sobre la causa de muerte, sino que sobre el extraño y secreto proceso que parece haber sido diseñado para encubrir la verdadera causa del deceso.

 

Autopsia, embalsamamiento o segunda etapa de un crimen

 

El reportaje de la periodista Mirna Schindler reveló que cerca de una hora después de la muerte de Frei Montalva llegó hasta la Clínica Santa María una camioneta de la Universidad Católica, con dos médicos y un auxiliar, quienes a través del subterráneo accedieron a la habitación donde yacía el cuerpo sin vida del político.

 

Escoltados por civiles, no identificados, se encerraron para intervenir el cadáver, en una mezcla de autopsia y embalsamamiento que hasta hoy no aclaran ante los tribunales.

 

En un testimonio exclusivo, el auxiliar tanatológico Víctor Hugo Chávez relató el "misterioso, de terror" ambiente que se vivió ese día.

 

Patricio Rojas aseveró que la presunta autopsia se hizo porque "necesitábamos saber" la causa de muerte, y con recelo dio a entender que sí había autorización de la familia.

 

"No se hace ningún procedimiento de ese tipo (...) sin autorización expresa de la familia", dijo un arisco Rojas, quien no aceptó contrapreguntas de "Informe Especial".

 

Pero la ex senadora Carmen Frei Ruiz-Tagle refutó sin reparos: "Eso no es verdad".

 

Por su parte, el titular del Senado y ex Presidente, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, apoya a su hermana y contradice al entonces nexo entre su familia y los médicos: "Jamás se nos habló de autopsia".

 

Fue el doctor Helmar Rosenberg, de la Universidad Católica, quien firmó la autopsia, en la que contó con la ayuda del médico Sergio González. Ninguno quiso dar su testimonio al programa de TVN.

 

Patricio Silva también se contradijo sobre la autopsia, pues en primer lugar dijo al juez que no había tal procedimiento; luego sindicó a Eduardo Frei Ruiz-Tagle como quien autorizó la pericia.

 

Chávez agregó: "Nunca hubo protocolo de autopsia (...) no había ficha clínica y lo otro que me extrañó, no había nadie de la familia".

 

Enfermeras interrogadas por la policía por orden del juez Madrid agregan que el cuerpo del ex Presidente fue colgado pies arriba en una escalera, para vaciar líquidos y órganos de Frei Montalva.

 

El interior del fundador de la Falange se rellenó con gasa y algodón.

 

Más aún, los órganos no fueron rotulados adecuadamente en los tres frascos usados por Rosenberg, quien además guardó parte de los mismos en bolsas, la que identificó como N.N.

 

Aunque Rosenberg dice que no hizo una autopsia, sí llenó un informe de este tipo, el que archivó en la Universidad Católica y que actualmente tiene dos partes, una escrita en máquina y otra en computador, equipos que no existían en 1982.

 

Una nueva hebra que lleva a las dudas sobre por qué profesionales de la UC realizaron una autopsia en un lecho de muerte, en otro recinto, sin autorización de la familia, sin identificar los restos extraídos del cuerpo y sobre todo, sin dar a conocer los detalles del proceso a los deudos, por dos décadas.

 

El abogado de la familia Frei, Alvaro Varela, tiene pocas dudas y asegura que "esto fue clandestino", lo que también abre dudas sobre el rol de la UC como institución en el caso, porque por más de dos años debieron luchar Eduardo y Carmen Frei Ruiz-Tagle para que la casa de estudios entregara el desconocido protocolo de autopsia.

 

Se dijo embalsamamiento, se dijo que no hubo autopsia, pero no hubo embalsamamiento y sí autopsia, con la salvedad de que se retiraron los órganos, que quizás en el futuro podrían dar pistas sobre el "agente externo" que el doctor Larraín acusa como asesino de Frei.

 

"Me dijeron que (Eugenio) Berríos estaba metido", añade desde el extranjero Andrés "Papudo" Valenzuela, ex agente del Comando Conjunto, quien recuerda que en 1982 Frei Montalva era sólo "un muerto más" en la larga lista de la época.

 

De hecho, los nuevos antecedentes surgidos en los últimos años llevaran al doctor Alejandro Goic, médico personal del ex Mandatario, a abrir la puerta a un crimen político.

 

Aunque siempre atribuyó la muerte a complicaciones quirúrgicas, hoy asume que con una "organización diabólica" como la que mantenía la dictadura, "a priori no se puede descartar la intervención de terceras personas".

 

Hoy en día, el juez Alejandro Madrid investiga cuatro posibles causas de muerte:

 

Fallecimiento natural

Negligencia

Infección perpetrada por terceros

Negligencia intencional

 

La falta de la ficha clínica de Frei Montalva, que no existe -o no ha sido hallada por la Justicia-, complica el caso.

 

Sin embargo, las pesquisas también dan cuenta que en ese documento clave tampoco se registraron las numerosas intervenciones de doctores y personal médico ajenos al equipo principal, entre ellos, galenos que juraron salvar vidas, pero se sumaron a los organismos represivos. (Cooperativa.cl)

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