La ex ministra de Justicia de la dictadura dijo que espera ser citada a declarar y acusó al ex director de la policía civil de la época de ser el "brazo ejecutor" de la DINA en la institución.
Aunque en junio de 1979 apareció junto al jefe del gabinete, Sergio Fernández –actual senador de la UDI–, respaldando la tesis de que un joven de 16 años había ultimado al niño Rodrigo Anfruns Papi, de seis años, la entonces titular de Justicia, Mónica Madariaga, considera que hoy en día se confirman sus temores que la llevaron a querer, según dijo, investigar con mayor acuciosidad el crimen.
"Ojalá sea convocada por la judicatura, en el propósito de explicar cuál era el propósito que a mí me animaba: encontrar la verdad, interrogar, interrogar, interrogar al general (Ernesto) Baeza, porque tanta perfección llevaba a la duda, duda que mantuve cuando supe, pero me enteré por terceras personas ajenas al quehacer oficial del Gobierno, que había dos informes contradictorios del Servicio Médico Legal en cuanto a la data de muerte del niño Rodrigo Anfruns", sentenció Madariaga.
La abogada agregó que "hoy día se desapareció el expediente, curiosamente, el expediente no existe. En manos de quien se perdió –preguntó–, de la Policía de Investigaciones de Chile, porque según versiones del tribunal, habría sido retirado por efectivos de Investigaciones de la época".
Sin embargo, la ex secretaria de Estado también apuntó al general de Ejército Ernesto Baeza Michaelson, quien en la época ocupaba el cargo de director de Investigaciones, organismo al que pertenecían los funcionarios que -según denuncias de un carabinero en retiro- depositaron el cadáver de Rodrigo en el sitio eriazo de la comuna de Providencia donde se fue encontrado.
Además, Investigaciones elaboró la rápida solución al puzzle policial que durante 11 días mantuvo en vilo a Chile y que terminó, en pocas horas, siendo avalada por la misma Madariaga y Fernández.
"He llegado a pensar, y esta es una apreciación subjetiva mía, que (Baeza) era el brazo ejecutor que tenía la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) o la CNI (Central Nacional de Informaciones), o quien sea, para ejecutar ciertas acciones reñidas con la moral y las buenas costumbres", subrayó.
Rodrigo Anfruns Papi fue encontrado muerto en un sitio eriazo de la comuna de Providencia a los pies del domicilio de sus abuelos, desde donde fue raptado. Sin embargo, a pesar de que el lugar fue rastreado en numerosas ocasiones, su cuerpo apareció a los 11 días de haber desaparecido.
El testimonio de un oficial en retiro de Carabineros confirmó la tesis de que el cuerpo fue puesto en el lugar por agentes del Estado, quienes –según investigaciones periodísticas– participaban en una suerte de vendetta entre organismos de seguridad, por el control de un negocio ilegal de venta de armas.
