El ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC), profundizó hoy en Cooperativa en los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2015 referentes a la población inmigrante, dados a conocer durante la pasada jornada.
El estudio cifró a la población extranjera en 465 mil personas (un tercio de ellas peruanas), reveló que ocho de cada 10 inmigrantes están en edad de trabajar y que su nivel promedio de escolaridad es mayor al de los chilenos, al igual que sus ingresos: el 57 por ciento pertenece a hogares de ingresos superiores, con un promedio mensual de 584 mil 920 pesos; 28 por ciento más alto que el chileno, que es de 456 mil 630 pesos.
"La Casen hace claridad respecto de aseveraciones y opiniones que están, más bien, situadas en el ámbito de los prejuicios, de las ideas preconcebidas y los estereotipos, y no en datos duros respecto de cuál es el perfil, la voluntad y la vocación con que viene una persona inmigrante a nuestro país", comentó Barraza en conversación con La Historia es Nuestra.
"Si uno visualiza el perfil de una persona inmigrante que viene a nuestro país o, en términos generales, un inmigrante que se traslada a otro país, es una persona que tiene espíritu de superación, que está buscando nuevos horizontes para desarrollarse, que tiene voluntad de trabajar, de surgir, de emprender", señaló el ministro.
"Su espíritu de superación es muy acentuado, muy marcado; vienen, diría yo, con tres objetivos: por un lado, tener un mejor pasar y mejor calidad de vida en términos de movilidad social, ahorrar dinero para emprender algo en estas tierras y también ahorrar dinero para enviar a sus familias en su respectivo país", agregó Barraza, señalando que en el sondeo "queda establecido que, en general, la población migrante es una población muy pujante".
Integración cultural versus discriminación
El secretario de Estado indicó que el dato mismo del nivel de ingreso confirma que los inmigrantes "mayoritariamente vienen a trabajar, que vienen con expectativas de desarrollo personal y familiar", puesto que "la mayoría construye familias con población nacida en Chile".
"Hay del orden de los 200 mil hogares integrados culturalmente entre personas inmigrantes y personas nacidas en Chile", pero "el contrapunto es que también hay una sensibilidad que existe y que tiende al maltrato de la población migrante", indicó.
Lo anterior "se acentúa especialmente en personas de origen peruano y también en personas que se ubican en la macrozona: vale decir de la Primera a la Tercera Región del país".
Para Barraza, "es sintomático" que el porcentaje de migrantes que dicen sentirse discriminados es el doble que el de los chilenos.
