El honorable se refirió al comentado "fuera, viejas culiás" que profirió en el hemiciclo hace dos días.
Admitió que se trató de una expresión "reprochable".
"Yo acepto todos los estilos, no hago distinciones entre los que son serios o los más relajados", comentó el diputado socialista en declaraciones al diario La Segunda.
"Si hay que echar un garabato lo echaré", afirmó el diputado socialista Marcelo Schilling al comentar, en declaraciones al diario La Segunda, el revuelo provocado por el exabrupto que protagonizó hace dos días en la Sala de la Cámara Baja, cuando -en medio de la interpelación a la ministra Javiera Blanco- dirigió un poco amable "fuera, viejas culiás" a un grupo de mujeres que eran desalojadas desde las tribunas.
"Fue algo excepcional, pero si hay que echar un garabato lo echaré. Yo no ando por la vida predicando, como algunos que no pueden sostener lo que predican", aseguró el honorable, quien el mismo martes ofreció breves excusas a través de su cuenta en Twitter.
"La frase es, sin duda, reprochable, la dije y, en consecuencia, tenía que disculparme, pero mi intervención en esa sesión no tuvo nada que ver con ello. Mi estilo de discurso no incluye ese tipo de frases", argumentó.
Consultado por el vespertino por cuál es, entonces, su estilo, Schilling respondió: "Yo acepto todos los estilos, no hago distinciones entre los que son serios o los más relajados".
Explicaciones más o explicaciones menos, el improperio le costará al diputado, de todos modos, tener que efrentar a la Comisión de Ética de la Corporación, anotó la publicación.
