"Esta es una muestra más del gobierno de los tiempos mejores", señaló Juan Ramírez, único imputado y dirigente del PC.
Juan Ramírez al salir de su formalización.
Con prohibición de acercarse a 100 metros de la víctima, arraigo nacional y firma mensual en las dependencias de la Fiscalía local de iquique, quedó Juan Ramírez Ramírez, único imputado tras la agresión que sufrió el ex candidato presidencial José Antonio Kast este miércoles en la universidad Arturo Prat de de la ciudad.
El Ministerio Público acusó la participación del dirigente comunista y otros por los delitos de lesiones graves y amenzas proporcionadas al ex UDI, siendo Ramírez el único que ha podido ser identificado en las grabaciones proporcionadas por una cámara municipal y los testimonios de los asesores de Kast.
El Ministerio Público solicitó la prisión preventiva pero el tribunal estimó que, si bien habían antecedentes del delito y la participación de Ramírez en los hechos, no estaba clara la necesidad de que "el imputado esté privado de libertad ni que ésta sea un peligro para la seguridad de la sociedad", según afirmó la jueza Verónica Opazo, quien catalogó además como "desproporcionada" la solicitud del Ministerio Público.
Momentos antes de la audiencia de formalización, la intendencia de Tarapacá presentó una querella por desórdenes públicos y lesiones, contra quienes resulten responsables de las agresiones a José Antonio Kast.
Al término de su formalización Ramírez, también dirigente del Partido Comunista, aseguró que "la físcalía aquí ha tratado de criminalizar lo que fue la protesta social. Esto es una muestra del Gobierno de los tiempos mejores".
Claudio Vila, abogado defensor de Ramírez, fue en la misma línea que su representado manifestando que "este intento de criminalizar el movimiento social se refleja claramente con la pretensión de solicitar por parte de la fiscalía la prisión preventiva imputándole delitos de poca monta".
