Diputado UDI aseguró que renunciar al cargo era lo mínimo que podía hacer.
Desde el PS apuntan a llevar el caso al Tribunal Supremo.
Felipe Ward aseguró que seguirán investigando el caso.
Diversas repercusiones surgieron tras las palabras de Sebastián Dávalos, quien asegurara que "no recibió ningún peso", luego de que se reunieran con Andrónico Luksic para gestionar un millonario crédito, el que en términos de Dávalos "no tiene nada de ilícito", por tratarse de un trato "entre privados".
En esta línea, el jefe de bancada de diputados de la UDI, Felipe Ward, fustigó los dichos de Dávalos en la entrevista dada a El Mercurio, ironizando con que "él no hizo nada, la Presidenta no tenía idea, la reunión es totalmente legítima, el tiene todo el derecho, según él, de hacer negocios trabajando en La Moneda, entonces no sacamos nada con esta persona que hoy día renuncia y no reconoce nada".
"A lo que debe renunciar es a las utilidades" puntualizó, "por eso nosotros vamos a seguir investigando esto en la Cámara de Diputados", sumado a que "eventualmente va a llegar a tribunales", señaló el parlamentario.
"Creo que el hecho de que la Nueva Mayoría prácticamente quería entregarle una medalla o una condecoración por haber renunciado, es ridículo y risible", ya que "lo menos que podía hacer es renunciar", agregó.
Enfatizando que se trata de "una persona con cero capacidad de reconocer sus errores y con cero capacidad de humildad".
Reacciones desde el oficialismo
Por su parte, Gonzalo Martner, ex presidente del PS y candidato de una de las tres listas en competencia interna, indicó que el caso se debería llevar al Tribunal Supremo, aclarando que al tratarse del "hijo de la Presidenta de la República debe ser extremadamente cuidadoso y prudente en sus actividades privadas".
"Aquí no hay una acción de la justicia pero sí una incorrección", por lo que "sería bueno -no tanto para sancionar a Dávalos- (sino) para revisar una doctrina que el Tribunal Supremo interprete el estatuto para señalar que ningún pariente de ningún militante debe realizar gestiones económicas que tengan que ver con ese parentesco".
Mientras que el diputado PPD Jorge Tarud criticó el desempeño del Ejecutivo ante la polémica, afirmando que "ha sido la peor semana del Gobierno", con "vocerías muy negativas en lo comunicacional, particularmente la que dio el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo desde Vichuquén" debido a que se mostró "dubitativo e inseguro", lo que "fue muy negativo para el Gobierno".
"Esta semana eché mucho de menos a un ministro como Francisco Vidal, con temple, seguro y claro ante la opinión pública", subrayó el parlamentario, quien, no obstante, afirmó sentir "vergüenza ajena" al "ver a los muchachos Penta criticando la renuncia de Dávalos".
"No tienen autoridad moral", dijo Tarud.
Desde la Democracia Cristana el diputado y vicepresidente Sergio Espejo consideró que "es evidente que esto ha sido un balde de agua fría sobre la confianza que la ciudadanía tiene sobre la política, pero ello no puede significar ninguna forma de empate con la situación que ha enfrentado la derecha, particularmente la UDI con el caso Penta".
"La derecha puede hacer lo que quiera, pero que se hagan cargo también de que aquí los empates no son posibles, y la Presidenta de la República ha dado una señal al establecer que lo que importa no son los estándares legales, son estándares superiores", indicó el ex ministro de Transportes.
