La delegada presidencial para la catástrofe debió ser escoltada por la policía.
Se anunciaron acciones legales para impedir el reemplazamiento de la urbe austral.
Un centenar de habitantes de la desolada ciudad de Chaitén, destruida en mayo pasado por la erupción del volcán del mismo nombre, volvieron a protestar con banderas argentinas contra la decisión del Gobierno de no reconstruir la urbe en su actual emplazamiento.
La manifestación coincidió con la visita de la delegada presidencial Paula Narváez, quien finalmente debió salir del lugar protegida por la policía, en particular tras ser confrontada por pobladores, uno de ellos vestido como gaucho argentino.
La autoridad ha visitado las comunidades donde hay desplazados para explicar los alcances de la decisión del Gobierno de reconstruir Chaitén en otro lugar.
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| Los habitantes se resisten a refundar en un nuevo emplazamiento. (Foto archivo: UPI) |
El pasado 2 de mayo, la erupción y el posterior desborde de un río destruyeron el pueblo, cuyos 9.000 habitantes debieron ser evacuados a Puerto Montt y otras ciudades de la región.
Tal como en la semana, los chaiteninos se manifestaron contra la decisión de La Moneda, y anunciaron que interpondrán un recurso contra quien resulte responsable de no haberles repuesto los servicios básicos.
Asimismo, planean iniciar una demanda civil por los daños causados en sus viviendas por el no encauce oportuno del río Blanco, el que actualmente divide la ciudad en dos.
Las protestas en Chaitén generaron también la reacción de la UDI, cuyo vocero de verano, el diputado Iván Moreira, las calificó como una "deslealtad".
"Eso es tremendamente grave y puede tener consecuencias a futuro muy peligrosas, porque el Gobierno no le ha dado la real importancia, al contario, ha tratado de bajarle el perfil que tiene una situación de esta naturaleza", apuntó Moreira, quien consideró que la Concertación y la Alianza no pueden aceptar "que personas enarbolen la bandera argentina en territorio chileno".
