El recinto funcionaba sin autorización sanitaria y tenía serias deficiencias de higiene.
En la fiscalización se decomisaron 870 kilos de productos no aptos para consumo.
Los productos fueron destruidos en una planta de tratamiento y disposición de residuos en Chillán Viejo.
Una fiscalización terminó con la prohibición de funcionamiento clandestino de una fábrica de cecinas en San Nicolás, específicamente en el sector Coipín, donde se constató que el establecimiento elaborador funcionaba sin autorización sanitaria y con serias deficiencias de higiene.
La seremi de Salud, Marta Bravo, señaló que "junto a la Unidad de Seguridad Alimentaria comprobamos que las instalaciones carecían de una infraestructura adecuada, sin ningún tipo de requisitos sanitarios mínimos, por lo que hemos iniciado un sumario y prohibido el funcionamiento a esta fábrica que operaba en condiciones inaceptables."
En el establecimiento, propiedad de Miguel Parra, se decomisaron 870 kilos de productos no aptos para consumo, de los que ni siquiera se entregó información respecto a la materia prima con las cuales eran elaborados, por lo que fueron enviados para su destrucción a una planta de tratamiento y disposición de residuos en Chillán Viejo.
"Es importante que este tipo de comercializadoras al margen de la legalidad, sin cumplir con las normas sanitarias, sigan siendo descubiertas. Por ello, la información que la ciudadanía nos pueda proporcionar es vital y clave", subrayó la autoridad.
El sumario sanitario se inició por incumplimiento y deficiencias relacionadas con infraestructura, donde se constataron cielo y muros de madera, sin lavamanos en área de procesos, área externa con piso no tratado de tierra, presencia de cartones y géneros en muros de la fábrica, entre otras faltas.
